LA PAZ. Un grupo de militares fuertemente armados estacionaron un tanque frente las puertas de la sede de gobierno de Bolivia y tenían las intenciones de realizar un «golpe de estado» contra la administración de Luis Arce.
De acuerdo con los diversos reportes de medios locales, fue Juan José Zuñiga, quien hasta hoy era el comandante general del Ejército boliviano, y amenazó con «cambiar el gabinete de gobierno».
Luego de unos minutos decidieron retirarse después de que el presidente boliviano, Luis Arce, cambiara a todo el alto mando militar tras lo que consideró como un «intento de golpe de Estado».
Arce junto a su vicepresidente David Choquehuanca se mantuvieron dentro de la sede del Ejecutivo y denunciaron ante la comunidad internacional «un intento de golpe de Estado».
«Aquí estamos, todo el gobierno nacional, con todos sus ministros y ministras firmes con nuestro vicepresidente, firmes aquí en casa grande para enfrentar todo intento golpista, todo intento que atente a nuestra democracia», expresó el mandatario.
Varios sectores sociales y sindicales en todo el país expresaron su apoyo al gobierno de Arce.
«No voy a permitir esta insubordinación», afirmó Arce a través de la televisión estatal y agregó «firmes aquí en casa grande para enfrentar todo intento golpista, todo intento que atente a nuestra democracia».
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Las reacciones
Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), afirmó que el grupo no tolerará «ninguna forma de quebrantamiento del orden constitucional legítimo en Bolivia», tras el despliegue de militares.
«La Secretaría General de la OEA condena de la forma más enérgica estas acciones del Ejército boliviano, el mismo deberá someterse a la autoridad civil como manda la Carta Democrática Interamericana», afirmó Almagro. También expresó su «solidaridad con el presidente de Bolivia, Luis Arce».
«La comunidad internacional, la OEA, la Secretaría General de la OEA, no tolerarán ninguna forma de quebrantamiento del orden constitucional legítimo en Bolivia ni en ningún otro lugar», agregó.
La detención de Zúñiga
Después de que la Fiscalía General de Bolivia emitiera una orden de aprehensión contra el general Zúñiga, y este, al momento de ser detenido, acusó a Luis Arce de montar el intento de golpe para «levantar su popularidad».
«El día domingo en el colegio La Salle me reuní con el presidente y el presidente me dijo que “la situación está muy jodida, esta semana va a ser crítica. Entonces es necesario preparar algo para levantar mi popularidad”», expresó Zúñiga frente a las cámaras durante su arresto.
El general continuó describiendo su supuesta conversación con Arce, en la que le preguntó si debían «¿sacar los blindados?» y éste le respondió afirmativamente: «Sacá». Según Zúñiga, esa misma noche comenzaron los preparativos, movilizando vehículos militares.
Antes de que se lo llevaran detenido, Zúñiga aseguró que se trató de un «autogolpe».
La prensa local asegura que el general será procesado por los delitos de terrorismo y alzamiento armado contra la seguridad y la soberanía del Estado.
Más tarde, las autoridades anunciaron la detención de un segundo implicado en los hechos de este miércoles, el excomandante de la Armada boliviana Juan Arnez Salvador.
El contexto energético
Con una cuarta parte del litio conocido en el mundo, este país de 12 millones de habitantes se encuentra potencialmente entre uno de los objetivos del deseo de empresas a lo largo y ancho del mundo para alejar al mundo del petróleo, el gas natural y el carbón en la lucha contra el cambio climático.
De acuerdo con los reportes del gobierno boliviano, ocho empresas extranjeras han competido en los últimos meses, los trámites para instaurar proyectos piloto de litio aquí, incluyendo cuatro de China y una de Rusia, países que han tenido relaciones más amistosas con el gobierno de Bolivia que los Estados Unidos.
Algunos son nombres conocidos, como el de Elon Musk con Tesla, y otros competidores que buscan su primera oportunidad en lugares ricos en minerales como: Bolivia, la República Democrática del Congo y el Pacífico Sur.
El litio es un componente básico de las baterías de iones de litio, que permite el flujo de la corriente eléctrica.
Debido a la ligereza del metal, su larga vida útil, su gran capacidad de almacenamiento y su facilidad de recarga, se espera que la demanda crezca exponencialmente durante la próxima década para alimentar una flota cada vez mayor de vehículos producidos por Tesla, Ford Motor, General Motors y otros fabricantes de automóviles, así como para extender el almacenamiento de baterías en la red eléctrica para las energías renovables.
Solo durante 2023, los precios de los compuestos de litio han subido más del 200 % en varios mercados mundiales.
Con información de agencias.
