El 7 de marzo del 2022 el presidente Luis Abinader le anunció al país un paquete de medidas para contrarrestar los efectos de la guerra Rusia-Ucrania, que en ese momento comenzaban a sentirse por el mundo.
En una alentadora alocución al país, el gobernante detalló un paquete de medidas para proteger los distintos sectores sociales, dentro de las cuales se encontraba aplicar un subsidio a los combustibles.
La primera de las medidas anunciadas fue subsidiar los combustibles con el parámetro de que mientras el precio del West Texas Index (WTI) fluctuara entre los 85 y 115 dólares el barril, el Gobierno mantendría sin variación los precios internos de los hidrocarburos.
También anunció importantes medidas de corte económico para subsidiar el precio de la harina, para evitar que los productos derivados de esta sufrieran alzas considerables.
Además, se aplicó subsidio a algunos de los insumos agrícolas, para que el productor del campo también estuviera protegido y así el alza de los productos no llegaran tan directo al consumidor.
Pero nos concentraremos solo en la medida de los combustibles, la cual al día de hoy, un año después y con los precios del barril del petróleo por debajo de los 80 dólares, todavía se mantiene inalterable y ya la población reclama que deben experimentar rebajas sustanciales.
En efecto, así fue. Se convirtió en una medida salvadora para todos los sectores, principalmente para que los más pobres sintieran menos los efectos del conflicto internacional.
La medida fue atinada, solo el pasado año 2022 se invirtieron más de 36 mil millones de pesos para contener el alza de los carburantes fruto del conflicto bélico.
Desde inicio de este año 2023 el Gobierno anunció que se mantendrá el subsidio que ha mantenido por más de 12 meses congelados los precios, pero que varios sectores de la población considera que debe haber rebajas sustanciales, partiendo de que el crudo se cotiza por debajo de los 80 dólares.
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