En los primeros siete meses de gestión del presidente Javier Milei, los precios de los combustibles en Argentina han registrado un aumento del 135%, una cifra alarmante que ha generado preocupación entre la población y diversos sectores económicos. Este incremento, que ha impactado directamente en el bolsillo de los ciudadanos, es resultado de una combinación de factores, incluyendo la alta inflación, la actualización de impuestos y la volatilidad del dólar.
Ante esta situación, se han llevado a cabo las primeras manifestaciones en diversas regiones del país. Los ciudadanos expresan su descontento por el constante aumento de los combustibles, lo que ha desencadenado un efecto dominó en otros bienes y servicios, elevando aún más el costo de vida. Las protestas, que se han intensificado en los últimos días, son una clara señal del malestar social que está creciendo en respuesta a las políticas económicas del gobierno.
Inflación y fluctuación del dólar impulsan las alzas en los precios
Las compañías petroleras, por su parte, argumentan que los incrementos en los precios de los combustibles son necesarios para compensar el efecto de la inflación, que continúa en ascenso. Según sus portavoces, a pesar del aumento del 7% en el mes de septiembre, los precios aún no son suficientes para cubrir el desfase generado por la inflación acumulada. Este argumento es respaldado por el hecho de que, desde el inicio del año, los precios de los combustibles han experimentado un aumento acumulado del 84%, lo que refleja una situación económica sumamente complicada.
Además, la fluctuación del dólar ha jugado un papel crucial en estos incrementos. Con la devaluación del peso argentino, los costos de importación y producción de combustibles se han disparado, lo que se traduce en ajustes frecuentes en los precios al consumidor. Este fenómeno es particularmente evidente en la capital, Buenos Aires, donde los incrementos han alcanzado hasta un 6.75% en algunas zonas.
Ajustes fiscales y nuevos impuestos agravan la situación
El reciente aumento en los precios también está relacionado con la actualización de los impuestos a los combustibles líquidos (ICL) y al dióxido de carbono (IDC), implementada por el Ministerio de Economía a través del decreto 770/2024. Este ajuste fiscal, que fue oficializado el 28 de agosto, ha sido señalado como uno de los factores que han contribuido a la escalada de precios. Las petroleras, incluyendo Shell, Axion, YPF y Puma, han tenido que trasladar estos costos adicionales a los consumidores, lo que ha agravado aún más la situación.
El aumento del 135% en los precios de combustibles en Argentina durante la administración Milei es un reflejo de los desafíos económicos que enfrenta el país. Con una inflación galopante, fluctuaciones cambiarias y ajustes fiscales, es probable que los precios continúen en ascenso, manteniendo la presión sobre los consumidores y alimentando el descontento social.
