En una sesión crucial del Congreso el martes 10 de septiembre, el ministro de Hacienda de Colombia, Ricardo Bonilla, presentó una nueva ley de financiamiento con el propósito de elevar significativamente el impuesto al carbono. La propuesta busca recaudar $12 billones de pesos para el Presupuesto General de la Nación de 2025 mediante ajustes fiscales que afectan tanto a personas naturales como a empresas.
El impuesto al carbono fue establecido por la Ley 1819 de 2016 con el objetivo de reducir el uso de combustibles fósiles y mitigar los daños causados por las emisiones de carbono. Este tributo se aplica en las ventas de combustibles fósiles, importaciones y retiros para consumo propio, con una tarifa actual de $25,799.56 (aproximadamente US$6.15) por tonelada de CO2 equivalente. La mecánica del impuesto asigna una tarifa en función de las emisiones de carbono derivadas de la quema de combustibles fósiles, que en Colombia ascienden a 99.72 millones de toneladas, representando el 9.9% de las emisiones totales del país.
Propuesta de reforma
El nuevo proyecto de ley propone triplicar la tarifa del impuesto al carbono a $75,000 (US$17.86) por tonelada de CO2. La ley de financiamiento sugiere que este ajuste se realice de forma acelerada, manteniendo el límite de tres Unidades de Valor Tributario (UVT). Este cambio tiene como objetivo alinear el impuesto con la necesidad urgente de enfrentar el cambio climático y mejorar la eficacia de las medidas de mitigación.
Además, el proyecto incluye una propuesta para nivelar el impuesto entre distintos combustibles, asegurando que las mismas emisiones de CO2 sean gravadas con el mismo nivel de impuesto, independientemente del tipo de combustible.
Impacto en la inflación
Uno de los aspectos más debatidos es el impacto potencial del aumento en la inflación. El Gobierno ha indicado que el incremento del impuesto al carbono tendría un efecto marginal sobre el índice de precios al consumidor. Según estimaciones del equipo técnico del Ministerio de Hacienda, el aumento proyectado podría elevar la inflación en 0.15 puntos porcentuales, de los cuales 0.09 puntos serían atribuibles al efecto directo sobre los combustibles y 0.06 puntos al efecto indirecto debido al aumento en los costos de producción de bienes.
A pesar de que el impuesto al carbono actualmente representa solo el 0.23% de los ingresos tributarios totales del país, el Gobierno argumenta que la reforma es necesaria para aumentar los recursos disponibles para la conservación y mitigación del cambio climático, así como para fortalecer el sistema fiscal en un contexto de desafíos económicos.
La propuesta de triplicar el impuesto al carbono subraya un esfuerzo por parte del Gobierno colombiano para fortalecer la capacidad fiscal y avanzar en la lucha contra el cambio climático. Si bien el impacto en la inflación es previsto como limitado, el éxito de estas medidas dependerá de su implementación y de la respuesta del sector productivo y la ciudadanía ante estos ajustes fiscales.
