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lunes 16, septiembre 2024

La energía fotovoltaica flotante revoluciona la agricultura en España: Ahorros millonarios y preservación ambiental en Castillo de Canena

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España, líder en la adopción de energías renovables, ha dado un paso más en su camino hacia la independencia energética con la implementación de sistemas fotovoltaicos flotantes, una tecnología innovadora que promete cambiar la forma en que se genera electricidad en el sector agrícola. Un ejemplo notable es el de Castillo de Canena, una de las principales productoras de aceite de oliva del país, que ha puesto en marcha una planta fotovoltaica flotante capaz de generar electricidad de manera eficiente y sostenible, mientras reduce significativamente la evaporación de agua y preserva sus valiosos cultivos de olivos.

La transición hacia energías limpias en España no es nueva, pero la necesidad de innovar para superar los límites de la tecnología solar convencional ha llevado al país a explorar nuevas alternativas. La energía fotovoltaica flotante, que consiste en instalar paneles solares sobre espejos de agua, se presenta como una solución prometedora. Castillo de Canena, empresa emblemática en el sector agrícola, ha decidido adoptar esta tecnología en su proceso productivo, logrando resultados impresionantes tanto en términos económicos como medioambientales.

La planta fotovoltaica de Castillo de Canena, con una capacidad inicial de 700 kW, ha sido ampliada a 1.8 MW mediante la instalación de 1,800 celdas solares en una balsa de riego de 7,000 metros cuadrados. Este sistema no solo permite cubrir las necesidades energéticas de los sistemas de riego, sino que también reduce la evaporación de agua en 7,000 metros cúbicos al año, un recurso vital para la agricultura. Además, gracias a esta innovadora tecnología, la empresa ha evitado la tala de 120 olivos adultos, plantas que llevan décadas siendo un símbolo de la agricultura española.

Avance tecnológico

Este tipo de instalaciones no solo representan un avance tecnológico, sino que también marcan una tendencia hacia un uso más eficiente y sostenible de los recursos naturales. La refrigeración natural que ofrece el agua bajo los paneles solares no solo optimiza la producción de energía, sino que también prolonga la vida útil de las celdas, reduciendo el calor que podría degradar las infraestructuras tradicionales. Esta característica convierte a la energía fotovoltaica flotante en una opción cada vez más atractiva para el sector agrícola, que busca alternativas para reducir costos y minimizar el impacto ambiental.

El caso de Castillo de Canena no es aislado. Otras empresas en España están siguiendo este modelo, como Sivortex, que ha instalado una infraestructura solar flotante en el Canal Segarra-Garrigues, abasteciendo los sistemas de riego de 70,000 hectáreas de explotación agrícola. Con 15,000 celdas solares, esta instalación genera 15 MW de electricidad, demostrando el potencial de la tecnología fotovoltaica flotante para revolucionar la agricultura en toda Europa.

La energía fotovoltaica flotante no solo se limita a la producción agrícola. Existen proyectos en desarrollo para aplicar esta tecnología en otros sectores, incluyendo la generación de energía en áreas urbanas, donde los paneles solares podrían integrarse en infraestructuras como estacionamientos, ayudando a reducir el calor de las ciudades mientras se produce energía renovable.

La energía fotovoltaica flotante se perfila como una solución clave para la transición hacia un modelo energético más sostenible en España, especialmente en el sector agrícola. Con proyectos como el de Castillo de Canena, el país demuestra su capacidad para innovar y liderar en la adopción de tecnologías que no solo protegen el medio ambiente, sino que también aseguran la viabilidad económica de las industrias clave.

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