México avanza hacia una matriz energética más limpia y diversificada, con un fuerte impulso del sector privado que permitirá al país superar su meta de energía limpia del 35% para 2030. De acuerdo con la Secretaría de Energía (Sener), la participación de las energías limpias en el sistema eléctrico nacional pasará de un estimado 27% en 2025 a 38% en 2030, y alcanzará 44% en 2039.
El anuncio forma parte del Plan de Desarrollo del Sector Eléctrico Nacional (Pladese), el primer plan vinculante a 15 años que detalla la estrategia oficial para el crecimiento y diversificación del sistema energético del país.
Además, se prevé que la capacidad total de generación limpia aumente del 39% en 2024 al 59% en 2039, impulsada por proyectos solares, eólicos y de almacenamiento con baterías, además de otras fuentes como la hidroelectricidad, energía nuclear, bioenergía, cogeneración y geotermia.
Inversión privada y nueva capacidad de generación
Como parte del plan, la Sener lanzó el 17 de octubre una convocatoria de US$7,100 millones destinada a financiar plantas de energía renovable del sector privado.
De 2025 a 2030, las plantas solares fotovoltaicas representarán el 44% de la nueva capacidad energética, seguidas de la energía eólica, con un 24%.
Mientras tanto, las turbinas de gas de ciclo combinado, tecnología dominante en el sistema actual, aportarán un 19% adicional a la capacidad total.
La Comisión Federal de Electricidad (CFE), junto al sector privado, jugará un papel determinante en la expansión: se espera que la CFE añada 17 GW entre 2025 y 2030, mientras que la iniciativa privada contribuirá con 11 GW.
En conjunto, la Secretaría proyecta que la capacidad eléctrica del país aumente en 74 GW durante el periodo 2025–2039, hasta alcanzar 182 GW de generación total.
Marco regulatorio y transición tecnológica
Una reforma eléctrica aprobada en 2024 abrió parcialmente el mercado a la inversión privada, aunque mantiene la participación estatal mayoritaria.
Según la regulación, la CFE y las entidades públicas deben garantizar al menos el 54% del suministro eléctrico nacional cada año, dejando espacio a la inversión privada complementaria.
A partir de 2036, el plan prevé que el gas natural utilizado en centrales de ciclo combinado incorpore hasta un 25% de hidrógeno verde producido con energías renovables, lo que marcaría un hito en la descarbonización del sistema eléctrico mexicano.
Asimismo, entre 2031 y 2039, la energía limpia representará el 79% de la nueva capacidad agregada, frente a un 21% proveniente de plantas térmicas, lo que refuerza la tendencia hacia una matriz menos dependiente de combustibles fósiles.
Crecimiento sostenido de la demanda eléctrica
El Pladese también proyecta que la demanda de electricidad en México crezca a un promedio de 2,5% anual entre 2025 y 2039, impulsada por el desarrollo industrial, la electrificación del transporte y el aumento del consumo residencial.
Este crecimiento, junto con la expansión de las energías limpias y la participación privada, plantea nuevos retos de planificación, almacenamiento y confiabilidad del sistema eléctrico, pero también consolida a México como un mercado energético en expansión y con alto potencial de inversión.

