No hay dudas de que la República Dominicana es un destino preferencial a nivel regional para la Inversión Extranjera Directa (IED). Durante los últimos años, el país se ha destacado como un faro en la región por su estabilidad política, económica, jurídica y social, además de contar con una infraestructura logística robusta y una ubicación geográfica estratégica. Los inversionistas extranjeros, por su lado, han migrado de otros mercados, encontrando en la República Dominicana un receptor importante para sus inversiones.
Más allá de estos atributos, el país ha mantenido una tasa de crecimiento en captación de IED de manera sostenida, logrando aumentos consecutivos en los años 2021, 2022 y 2023. Según nos indica el Banco Central, en los últimos dos años, la República Dominicana ha logrado superar los US$4,381 millones en inversión extranjera directa y ha captado IED de más de 65 países de todas las regiones del mundo, destacando mercados como África, Asia, Oceanía, Europa, el Caribe y las Américas, entre otros. Este número representa un aumento del 64 % desde el 2020.
Este crecimiento es aún más notable cuando tomamos en cuenta el panorama regional e internacional. Según la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), el flujo de IED a nivel global sigue siendo desafiante, disminuyendo en un 2 %, y en un 7 % para países en vías de desarrollo. Este declive se debe a un panorama geopolítico incierto, una economía global débil y una aversión al riesgo entre los inversionistas a nivel mundial.
Sin embargo, la República Dominicana continua destacándose como una historia de éxito. En el país, actualmente operan más de 700 empresas de Inversión Extranjera Directa. Las exportaciones de estas empresas representaron el 70 % del total exportado por la República Dominicana en 2023. Asimismo, el stock total de la IED en 2023 representó el 46 % del PIB, y las empresas de IED han generado más de 200 mil empleos en el país.
Es importante resaltar que la distribución de la IED en diferentes sectores económicos continúa diversificándose. En 2023, se observó una distribución más equilibrada, con un aumento considerable en la inversión extranjera directa en proyectos de energía renovable. Inclusive, cabe señalar que la inversión en las energías renovables han dado un verdadero salto cuántico; en el año 2023, la IED por concepto de energía renovable ascendieron a un 23 % de todos los flujos de inversión que entraron al país, casi igualando el pujante y siempre importante motor turístico.
En este contexto, el gobierno central, con el apoyo del sector privado, ha realizado importantes acciones para fomentar mejores condiciones en el ecosistema burocrático para promover la atracción de inversiones extranjeras directas, mediante la simplificación de procedimientos y la mejora del entorno empresarial, como parte de las acciones del Programa Burocracia Cero.
La Asociación de Inversión Extranjera Directa de la República Dominicana (ASIEX), ha trazado una meta importante de duplicar la IED en el país, formalizando alianzas estratégicas con entidades neurálgicas en el sector público y privado, y promoviendo prácticas que incentivan la competitividad del país como hub receptor de IED.
La promoción de la inversión europea en sectores clave de la economía dominicana es otro aspecto interesante, y una oportunidad latente. Actualmente, la Unión Europea es el segundo mayor inversor en la República Dominicana, con una cifra ascendente a los 715 millones de euros, según el Banco Central, mientras que la República Dominicana es el principal receptor de inversión de la UE en el Caribe.
Las inversiones provenientes del bloque europeo continúan destacándose por su fortaleza, participando en importantes proyectos de infraestructura como el recién aperturado Teleférico de Santiago. De igual forma, las inversiones europeas se encuentran presentes en áreas como turismo, energía renovable, agricultura y sectores esenciales para el desarrollo del país, como residuos sólidos, logística e infraestructura marítima.
Sin embargo, debemos también realizar reformas estratégicas para fomentar la competitividad del país. Estas reformas deben centrarse en mejorar la calidad del capital humano, simplificar los trámites burocráticos, fortalecer el Estado de derecho y garantizar la transparencia en la administración pública.
Además, es necesario desarrollar estrategias para vincular las IED con el resto de la economía. Actualmente, existe una alta concentración de la IED en ciertos sectores y centros poblacionales, lo que limita la dinamización económica en provincias alejadas. Por lo tanto, fomentar la descentralización de las inversiones y promover proyectos en áreas menos desarrolladas puede diversificar la economía, mejorar la distribución de la riqueza y reducir las disparidades regionales.
Otro desafío es la coordinación entre capital y proyectos. En la actualidad, muchos inversionistas que llegan al país con deseos de invertir no logran localizar proyectos para invertir. Esta coordinación capital-proyecto, a través de canales coordinados, es primordial para lograr la captación efectiva del capital internacional.
