En solo ocho meses de gestión, el gobierno de Javier Milei ha desmantelado la política energética nacional que se había aplicado desde el descubrimiento del petróleo en 1907. Este cambio marca el fin de una era de autosuficiencia energética sostenida que duró más de dos décadas, gracias en gran parte a la producción de gas natural del yacimiento gigante de Loma de La Lata y la infraestructura del gasoducto Neuba II, inaugurado en 1988.
Entre 1907 y 1990, Argentina vivió su época dorada de la energía. El país logró el autoabastecimiento energético gracias a la gran producción de gas natural, lo que permitió mantener saldos positivos en la balanza comercial, incorporar al consumo de gas a una población creciente y reconvertir a la industria y las centrales eléctricas para un uso intensivo del gas en lugar de combustibles líquidos. Este período también vio la consolidación del GNC en el parque automotor.
Infraestructura y logros históricos
YPF, la primera petrolera estatal de América Latina, fue clave en los descubrimientos petroleros y gasíferos en seis cuencas nacionales. Gas del Estado construyó entre 1945 y 1990 la infraestructura gasífera más extensa y significativa de Sudamérica. La Comisión Nacional de Energía Atómica inició la construcción de las primeras centrales nucleares, y empresas como Agua y Energía Eléctrica, Hidronor y la Comisión Mixta de Salto Grande desarrollaron un formidable parque de generación hidroeléctrica entre 1960 y 1995.
El siglo XXI ha estado marcado por decisiones irracionales en el sector energético. Desde tarifas congeladas para ganar votos hasta gasoductos ineficientes construidos por amigos del poder, la era actual ha sido una de sombras comparada con el siglo XX. La estatización de YPF bajo el gobierno de Cristina Kirchner no logró corregir los problemas generados por la extranjerización de la empresa en los años 90.
Desafíos actuales del gobierno de Milei
En el 2024, el nuevo gobierno parece desconocer el verdadero estado del sector energético. A pesar de ser un tema crítico, no fue incluido en el Pacto de Mayo firmado en julio. Entre los problemas más urgentes se encuentran:
- Parque termoeléctrico obsoleto: un informe de Cammesa indica que en el verano del 2025 será necesario importar aproximadamente un 9 % de la potencia máxima requerida debido al estado deficiente del parque termoeléctrico.
- Transmisión en alta tensión: el sistema de transmisión de 500 KV presenta un atraso en inversiones y ampliaciones, lo que aumenta el riesgo de cortes.
- Generación hidroeléctrica: las concesiones de las centrales hidroeléctricas del Comahue han vencido y requieren inversiones significativas para continuar operando.
- Política de precios y tarifas: Es crucial que el gobierno establezca precios y tarifas energéticas a través de mercados competitivos y transparentes, mejorando la actuación de los entes reguladores y la Comisión de defensa de la competencia.
El gobierno de Javier Milei enfrenta el reto de redefinir la política energética de Argentina en un contexto de infraestructura obsoleta y decisiones pasadas ineficientes. La tarea es monumental y requiere un enfoque estratégico y transparente para garantizar el suministro energético y la competitividad del país en el futuro.
