La poda de vegetación cercana a las líneas eléctricas es esencial para evitar interrupciones en el servicio, minimizar el riesgo de accidentes, reducir los daños durante eventos climáticos y cumplir con normativas de seguridad. Mantener la vegetación controlada asegura una red eléctrica confiable y segura para todos.
Son cruciales para garantizar un servicio eléctrico continuo y seguro por varias razones y en EH+ te las detallaremos a continuación:
Prevención de interrupciones: La vegetación que crece demasiado cerca o toca las líneas eléctricas puede provocar cortocircuitos o desconexiones. Esto puede generar apagones, afectando la estabilidad del suministro eléctrico.
Reducción de riesgos de accidentes: Las ramas y árboles que entran en contacto con los cables eléctricos aumentan el riesgo de incendios o electrocuciones, tanto para el personal de mantenimiento como para el público en general.
Protección durante eventos climáticos extremos: Durante tormentas, vientos fuertes o lluvias, la vegetación puede caer sobre las líneas eléctricas, causando daños graves y prolongando los cortes de energía. Mantener la vegetación controlada ayuda a minimizar estos impactos.
Conformidad con las normativas: Muchas empresas eléctricas están obligadas por regulaciones a realizar mantenimientos periódicos de la vegetación para cumplir con las normas de seguridad y confiabilidad del servicio eléctrico.
En resumen, la poda de vegetación cercana a las infraestructuras eléctricas asegura la continuidad del servicio, mejora la seguridad pública y previene daños durante condiciones climáticas adversas.