La República Dominicana entra en la recta final de dos procesos electorales en este año: el certamen municipal del 18 de febrero y las presidenciales el 19 de mayo.
En ambos procesos se elegirán más de 4 mil cargos electivos, los cuales van desde vocales, regidores, alcaldes, diputados, senadores y el presidente y vicepresidente de la República por los próximos 4 años.
Pero lo que hasta cierto punto preocupa es la carencia de una oferta electoral, basada en propuestas de solución a grandes problemas, como el tránsito, el sector eléctrico, las infraestructuras viales y otros.
También en el sector de los hidrocarburos existen temas pendientes que la población espera se pongan en agenda en un nuevo mandato, como el caso de la reforma a la Ley de Hidrocarburos.
Como todo en la vida, hay sus excepciones y aparecen algunos candidatos que tienen propuestas reales para impulsar proyectos en aras de corregir ciertos males que arrastra el país durante años.
Un consejo sano a los que centran sus aspiraciones en críticas, es que el elector es cada vez menos tonto y sabe descifrar la buena oferta de las que solo quieren enrostrar errores del pasado.
Es evidente que se ha avanzado mucho, las pruebas están, pero hay muchos temas pendientes y preocupa el alto número de candidatos carentes de propuestas.
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