En un mundo cada vez más vulnerable a los desastres naturales, el proyecto Lifeship de la empresa Karpowership surge como un faro de esperanza para quienes lo perdieron todo. Se trata de embarcaciones que son refugio en el mar.
A través de embarcaciones autosuficientes, diseñadas para convertirse en verdaderas aldeas flotantes, la iniciativa ofrece refugio digno, asistencia médica, educación y servicios comunitarios a personas desplazadas por terremotos, tormentas y otras crisis.
Un hogar en el mar para quienes lo han perdido todo
Uno de los logros más destacados de este proyecto ha sido la embarcación Süheyla Sultan, desplegada en la zona del terremoto entre Türkiye y Siria. En su interior, 142 familias, más de 800 personas, incluyendo 250 menores, encontraron no solo techo y comida, sino también estabilidad emocional, apoyo social y continuidad educativa.
Durante más de dos años, el buque atendió a más de 12,600 personas, ofreciendo una alternativa digna ante la devastación total de comunidades enteras.
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Educación en alta mar
Tras el terremoto, más de 4 millones de niños vieron interrumpida su educación en Türkiye, según cifras de Save the Children. Frente a esta realidad, Karpowership respondió rápidamente con la adaptación del Rauf Bey Akademi, un Lifeship transformado en internado flotante. Este buque se convirtió en la nueva sede temporal de la Escuela Secundaria Anatolia Osman Ötken, permitiendo que decenas de jóvenes de 8.º y 12.º grado pudieran continuar sus estudios en condiciones seguras y dignas.
Además de las aulas, este Lifeship ofrece becas, actividades deportivas y apoyo psicosocial, marcando la diferencia en un momento crítico para el desarrollo personal y académico de los estudiantes.
Una solución sostenible e inmediata
Lo que distingue al proyecto Lifeship es su capacidad de despliegue inmediato y su autosuficiencia total. Estas embarcaciones no requieren conexión terrestre para operar. Cuentan con cocinas industriales, guarderías, enfermerías, zonas recreativas y centros comunitarios.
Con capacidad para hasta 1,500 personas, estos barcos no solo cubren necesidades básicas, sino que fomentan el reencuentro de las comunidades, el apoyo mutuo y la recuperación colectiva.
Más allá de la emergencia
El proyecto Lifeship se complementa con la visión energética de Karpowership, a través de sus buques Powership, centrales eléctricas flotantes, creando un enfoque integral para la resiliencia comunitaria: energía, refugio, salud y educación, todo en un mismo concepto flotante.
Un modelo replicable para el futuro
El éxito del proyecto deja una enseñanza clara: es posible responder con humanidad, innovación y eficiencia ante los desastres naturales. En tiempos en que las crisis humanitarias van en aumento, iniciativas como esta no solo alivian el dolor inmediato, sino que siembran esperanza y reconstruyen futuros.
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