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viernes 26, abril 2024

¿Cuál es la realidad de los combustibles en la República Dominicana?

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Por Alcides Nova

Una reforma a la Ley de Hidrocarburos 112–00, promulgada el 29 de noviembre del 2000 y que establece un impuesto al consumo de combustibles fósiles y derivados del petróleo, ha sido una de las más aclamadas por el pueblo dominicano en los últimos años, en especial, la parte de la estructura de costos y todo lo relacionado con la fijación actual de los precios de combustibles.

Lo cierto es que Ley de Hidrocarburos viene como parte de la maduración de la industria del combustible en el país, ya que República Dominicana no tiene ningún tipo de riqueza petrolera, por lo que trata de organizar ese mercado y, sobre todo, en la parte más visible, que es la que tiene que ver con el consumidor final, trata de establecer los precios de los combustibles, el cómo se calcula y cómo se actualiza. 

El anuncio del presidente de la República, Luis Abinader sobre una posible reforma a la Ley 112–00, despertó diversas opiniones en los expertos en el tema y la población en general, sobre los posibles artículos que se introducirán en el nuevo proyecto de ley, el cual, de acuerdo al planteamiento del presidente, tiene el objetivo de producir una transformación integral de la actual Ley de Hidrocarburos.

La revista EH+ consultó de manera exclusiva al ministro de Industria, Comercio y Mipymes, Víctor Ito Bisonó, quien destacó que el proyecto de ley que se someterá al Congreso Nacional, con el objetivo de reformar la actual Ley 112- 00, tendrá una vocación transformadora integral. Para Bisonó, sin espacio a dudas, el país debe sentarse a discutir desprendido de interés particular sobre cuál es la carga impositiva idónea que deben tener los combustibles en el país.

PUNTOS CLAVE

Ministro de MICM, Ito Bisonó mientras conversaba con nuestro periodista, en una entrevista exclusiva para EH Plus

Actualizar las estructuras de los precios, para que sean más efectivas, es uno de los puntos más importantes que tratará la reforma a la Ley 112-00. Pero, lo que sí se ha aplicado, sin esperar la modificación de la Ley, es quitarle la libertad que pudiera tener el ministro para colocar en cualquier estructura de todos los precios. “Hemos planteado que haya una metodología que sirva de guía para la colocación de los precios y que siempre se respete, para que no quede a la libre disposición del ministro de turno, que hoy me toca a mí, pero en el futuro serán otro, sino que haya reglas claras, precisas y que se elimine la discrecionalidad que pueda tener un funcionario de turno”, agregó.

Otros temas en los que trabajará Industria y Comercio es en la parte de la trazabilidad, la prueba de la calidad y que las marcas respeten la calidad de los productos, enfocándose en el lugar del que sale ese producto, con el objetivo de evitar el contrabando, ya que, entienden que son algunas de las carencias que se deben tratar en el nuevo marco regulatorio del sector de los hidrocarburos, para fortalecer la confianza del consumidor.

“Yo fui congresista por 18 años y soy de la opinión de que las leyes siempre se pueden mejorar de acuerdo a los nuevos tiempos, los cuales demandan actualización. Es por ello que se está trabajando en un nuevo marco regulatorio, para el cual estamos buscando asesoramiento de las mejores referencias mundiales, para, luego que este hecho un borrador, pueda ser socializado con todos los sectores, con el objetivo de que sea algo inclusivo y que sea lo que más le convenga al consumidor y al país”, resaltó el ministro. 

Lo cierto es que, como se trata de una ley que representa el tercer ingreso para el Estado, la situación económica que actualmente atraviesa el mundo por la covid-19, al Gobierno no le ha dado la oportunidad de ser tan ágil como desde el principio lo había planteado. “Buscamos que los impuestos sean los menos posibles y  que sean más eficientes y competitivos”, recalcó.

Para Bisonó, la reducción impositiva es el modelo expedito para un mercado de hidrocarburos que funcione en el tiempo, por lo que entiende que parece sensato en el momento de postpandemia actual, ponderar hasta qué punto puede el Gobierno abstraerse de una buena parte de los recursos que provienen de su tercera fuente recaudatoria.

Pero, la reducción de la discrecionalidad y la modernización sectorial deben ser una piedra angular de la pieza que modifique la Ley 112-00. “Nuestro mercado de combustibles está listo para avanzar en los objetivos de trazabilidad y calidad de los productos derivados de petróleo que se comercializan en el país” sostuvo.

En síntesis, la visión que tiene el Gobierno sobre el tema de los combustibles está estrechamente ligada a consolidar un modelo de institucionalidad que se sobreponga a la buena voluntad o no del ministro de turno, en donde prime el trato igualitario y el respeto, sin vacilación de la ley.

Sin embargo, de acuerdo al diputado y presidente de la Comisión Permanente de Energía y Minas de la Cámara de Diputados, Gaddis Corporán, los pronósticos con los combustibles a nivel internacional es que seguirán incrementándose, por lo cual, considera que si el presidente aborda el tema de la modificación de la Ley 112-00 no será para proponer agregarle más impuestos o subir los existentes, sino para reducir algunos, ya que afectan al consumidor y su popularidad.  

“El impuesto selectivo al consumo, ad valorem, también debería ser abordado en estas discusiones para provocar una reducción y buscar una sustitución fuera de los combustibles. Los impuestos a las gasolinas de uso masivo que están en los códigos arancelarios 2711.00.00/21.00 y 2711.12.00/13.00/19.00 de la Ley 14-93 deben ser abordados con responsabilidad, en busca de la posibilidad de reducirlos”, recomendó.

Luis Pellerano/ Abogado y experto en el tema de los hidrocarburos

Mientras, para el abogado y experto en el tema, Luis Pellerano, la problemática del sector de hidrocarburos es más compleja y va más allá, ya que muchas veces tiene que ver con las competencias que se dan entre los agentes y una serie de pasos que se norman en resoluciones del MICM, tales como los márgenes de los detallistas y el factor de evaporación, entre otros. 

Ante el planteamiento de algunos sectores sobre una reducción de los impuestos a los combustibles, Pellerano considera que en el entorno económico internacional que el mundo se enfrenta poscoronavirus, los Estados están buscando nuevas fuentes de ingresos, de manera que es más fácil esperar mayores impuestos a reducirlos. “Las reformas fiscales son complejas y buscan generar más ingresos para los fiscos locales y la lucha contra la evasión de impuestos es humanamente complicada”, planteó.

ESTRUCTURA DE COSTO

El precio de los combustibles en República Dominicana siempre ha sido un tema de controversia para todos los sectores productivos de la sociedad, debido a los efectos directos que tienen en la población.

Es por esto que el ministro de Industria y Comercio hace hincapié en que es mandatario ponderar la estructura de costos operativos y la metodología de cálculo y otros factores, debido a que la iniciativa en gran medida es para ello. “Otra cosa es que se altere superlativamente el esquema actual”.

De lo que sí pueden todos los dominicanos es estar seguros, según Bisonó, de que lo que se remitirá al Congreso será una pieza ponderada, fruto de la reflexión y que estará a la altura de las exigencias que imponen las actuales circunstancias. “En palabras simples, es un proyecto de ley para el futuro del mercado de combustibles del país”.

“La población puede tener la certeza que con la misma prudencia financiera y el mismo interés de neutralizar en la mayor manera posible el impacto sobre el bolsillo de los dominicanos, seguiremos monitoreando no semana a semana, sino día a día, la peor crisis internacional de los precios de los hidrocarburos en por lo menos una década”, añadió.

Bisonó está convencido que más temprano que tarde, el país acceda a condiciones de mercado internacional más favorables. En lo que ello sucede, el MICM no descansará en procura de aliviar las condiciones que impone el mercado.

ESTRUCTURA DEL COSTO

En ese sentido, Corporán está de acuerdo con que se aborde la estructura de costo, de forma específica, en lo que tiene que ver con la fijación de los márgenes de comercialización de toda la cadena de distribución y la fijación semanal de los precios de venta.

Según Corporán, las referencias para la fijación de precios deben ser revisadas para que correspondan con la verdad de los combustibles en el mercado internacional, “tomando como referencia los productos refinados que se comercializan en el país”.

Mientras, para Pellerano el precio de los combustibles no es diferente de la tasa del dólar y, actualmente es una variable política en virtud de la cual se juzga. “Si el dólar está bajito y estable, todos estamos felices y el Gobierno lo está haciendo bien, si la gasolina está barata, también el Gobierno lo está haciendo bien”, añadió. 

El experto entiende que el aspecto principal a considerar es la fórmula de cálculo de los precios de los combustibles, ya que, parecería ser que el elemento indiscutible de la fórmula a considerar, podría ser el tiempo en que los precios se fijan.

El experto apunta que, en un país en desarrollo, como República Dominicana, podría ser aconsejable que el precio se fije mediante una fórmula que sea revisada en base a un tiempo mayor a una semana. “Revisar la estructura de costos y la fijación actual de los precios de los combustibles, posiblemente sea el elemento principal de la reforma, pero seguramente el más controversial”, subrayó.

¿Continuará el Estado subsidiando los combustibles?

En cuanto a la absorción por parte del Gobierno del alza de los precios de los combustibles en el mercado internacional, para evitar el aumento en el mercado local, el ministro aseguró que el Estado siempre optará por lo que sea más conveniente para la población. 

“El presidente Luis Abinader junto con el Ministerio de Industria, Comercio, ha optado por subsidiar los precios de los combustibles en el mercado local, para que los precios a los cuales está importando República Dominicana los combustibles no golpeen a la población y lo seguiremos haciendo hasta donde sea prudentemente y sea financieramente sostenible”, agregó. 

Indicó que contar con una administración muy ajustada en los gastos, le ha permitido al Estado tener ahorros, por lo que el presidente ha decidido colocar de esos ahorros parte de los RD$10,000 millones que se han subsidiado para reducir el impacto de los combustibles y, por primera vez, se le paga de forma directa a los importadores lo que el Estado subsidia. 

Sin embargo, ante el cuestionamiento de hasta qué punto es sostenible que el Estado asuma el aumento en el costo de los combustibles en el mercado internacional, el abogado Luis Pellerano, considera que por parte del Estado hay una necesidad de flexibilidad, para poder tener en consideración situaciones políticas derivadas de momentos de incrementos de precios que puedan crear malestares sociales en épocas de escaladas de precios.

Para el abogado, una gran parte de la sociedad tiene un deseo variado, que depende del momento de precios de que se trate. “En épocas de precios bajos, la población desea que la fórmula del cálculo de precio de los combustibles sea clara, simple y transparente de manera que los precios sean los más bajos posible. Mientras, en épocas de precios altos, la población desea que el Gobierno haga lo que sea y de manera mágica los precios no sean aumentados y esa es una situación que está difícil de complacer.

Al final, hace hincapié en que los precios de los combustibles, al igual que la tasa del dólar y la inflación, constituyen variables políticas bajo las cuales la población asigna niveles de satisfacción con las ejecutorias gubernamentales.

Agregó que la sociedad desea tener lo mejor de todos los mundos, algo que es imposible, debido a que no se puede complacer a todos. “Parecería ser que la sociedad dominicana no está preparada aún para un sistema de cálculo de precio de derivados de petróleo totalmente transparente, basado en elementos objetivos de mercado”.

A su entender, el dominicano quiere transparencia en la fórmula, para que siempre la gasolina cueste menos, pero cuando la gasolina va subiendo, quiere que el Estado asuma y que no se la suba. Entonces, esos son dos conceptos que van uno en contra del otro.  

“Yo no estoy seguro de que los dominicanos estamos listos para un sistema de precios transparentes, porque queremos la baja, pero no queremos el alza y, la única manera de manejar esos dos mundos, es que cuando está bajita yo te la cobro más cara, para cuando este más cara, yo tenga el dinero para ponerla, agregó. 

SANA COMPETENCIA

La libre competencia es una norma básica de cualquier mercado desarrollado, más aún en uno tan estratégicamente sensible como es el de los hidrocarburos.

Industria y Comercio estima que la pluralidad sectorial de hoy invita al pueblo a pensar que el temor al monopolio es cosa del pasado, ya que de la revisión del catálogo de actores del sector se colige una sana competencia que crea espacios para diversos litorales. “Nuestro papel como regulador es normatizar en la medida de lo necesario, la interacción que se genera en los servicios prestados, así como tutelar los aspectos técnicos y de seguridad que se asocian al negocio de los derivados del petróleo”.

En tanto, Pellerano sostuvo que tratar de evitar la monopolización y estimular la competencia sana es un deseo loable, pero en esta industria no es fácil, dado que es necesario poseer terminales de importación y almacenamientos especializados y, esas inversiones son cuantiosas. Igualmente, dado el costo de las mismas y lo pequeño que es el mercado, no es rentable tener una multiplicidad de terminales de importación.

Un elemento importante a considerar será el destino final de las acciones que el Estado posee en la Refinería Dominicana de Petróleo. “Recordemos que el Estado fue socio por muchos años de The Shell Company, empresa de capital Británico-Holandés, la cual rindió un excelente servicio al país asegurándose el abastecimiento de productos derivados del petróleo por muchos años.

Hacia el futuro, el Estado deberá considerar sus opciones, pudiendo ser aconsejable tener como socio una empresa internacional de importancia, que pueda contribuir con el capital necesario para la expansión de la capacidad de importación y el almacenamiento de la refinería. Al mismo tiempo, volver a estudiar el hecho de considerar o no la expansión de la vieja refinería, dado que el país se encuentra en la ruta del petróleo que va al Golfo de México y financieramente podría no ser rentable otra nueva, dada la capacidad instalada en la región.

Otro elemento importante a darle seguimiento para nuestra estrategia país de mediano y largo plazo, es el progreso de las exploraciones petroleras en la plataforma marina del país, particularmente ante el éxito de los hallazgos en Brasil, que generan esperanza a nuestra isla. “El Estado dominicano tiene un contrato de exploración recién aprobado por el Congreso Nacional con la empresa norteamericana Apache Corporation que, dedicada al sector del petróleo y gas es reconocida en el mundo de la exploración petrolera, por su excelente capacidad de técnica exploratoria.

Recuadro:
Gravamen de fabricación e importación

El Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) es el impuesto que grava las transferencias de algunos bienes de producción nacional a nivel de fabricación, así como su importación.  Las personas naturales, sociedades o empresas nacionales o extranjeras, los importadores y los prestadores o locadores de servicios gravados por este impuesto, son responsables de asumir su pago. Ciertos hidrocarburos establecidos en la Ley 112-00 deben pagar un Impuesto Selectivo Específico ad-valorem del 16% sobre Precio de Paridad de Importación, definido por el Ministerio de Industria, Comercio y Mypimes (MICM)

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