La inflación energética en Latinoamérica y el Caribe se situó en junio del 2024 en un 2.29 % anual, según el informe presentado por la Organización Latinoamericana de Energía (Olade). Este dato refleja una disminución en comparación con la inflación total de la región, que alcanzó el 4.33 % en el mismo periodo.
El informe de la Olade destaca que, por cuarto mes consecutivo, la inflación energética mensual mostró una tendencia a la baja, registrando un modesto 0.06 % en junio del 2024. Este comportamiento descendente se evidenció en 14 de los 20 países analizados, lo que confirma la estabilización y disminución gradual de los precios energéticos en la región.
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Trece países de América Latina experimentan reducción de inflación energética
Olade, con sede en Quito, ha sido un actor clave en la cooperación y asesoría técnica en materia energética desde 1973. La organización tiene como objetivo fomentar la integración, conservación y uso racional de los recursos energéticos en Latinoamérica y el Caribe, colaborando con países como Argentina, Brasil, Colombia, Chile, y República Dominicana, entre otros.
Comparación internacional
El informe también compara el comportamiento de la inflación energética en Latinoamérica con el de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), donde se observa una tendencia similar. En junio del 2024, la inflación energética en los países miembros de la OCDE disminuyó del 2.49 % al 2.29 %. Este dato destaca la volatilidad en los precios energéticos a nivel mundial, con países como Turquía, Colombia y Chile registrando incrementos cercanos al 10 %, mientras que en el Reino Unido e Italia se observó una reducción superior al 8 %.
Este panorama internacional refuerza la importancia de monitorear de cerca los factores que afectan los precios energéticos, tanto a nivel regional como global, dado su impacto directo en la economía y el bienestar de las naciones.
Tendencias y expectativas para el 2024
A medida que el 2024 avanza, las expectativas sobre el comportamiento de la inflación energética en Latinoamérica y el Caribe son mixtas. Si bien la tendencia a la baja es una señal positiva para los consumidores y economías de la región, factores externos como las fluctuaciones en los precios internacionales del petróleo y el gas, así como las políticas energéticas de los países, seguirán siendo determinantes en la evolución de este indicador.
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