Un nuevo informe de la organización Ember ha revelado que la Unión Europea tiene el potencial de reducir significativamente su gasto en gas natural para la generación eléctrica si acelera el despliegue de baterías de almacenamiento de energía renovable. De acuerdo con el estudio titulado «El almacenamiento en baterías está listo para su momento bajo el sol», la adopción de estas tecnologías podría generar un ahorro de hasta 9,000 millones de euros anuales para el año 2030.
La clave del ahorro reside en el aprovechamiento del excedente de energía solar y eólica durante las horas de mayor producción, almacenando esa energía en baterías para su uso posterior en horas de menor generación, como las tardes y noches. Esta estrategia reduciría la dependencia de los países europeos del gas natural importado, que actualmente se utiliza para cubrir las necesidades energéticas en esos momentos de baja producción.
Excedentes no aprovechados
El informe subraya que, de seguir las tendencias actuales, la energía solar y eólica en Europa podría superar la demanda en 183 TWh para el año 2030, una cantidad equivalente al consumo eléctrico anual de un país como Polonia. Sin embargo, debido a la falta de infraestructura de almacenamiento, gran parte de este excedente de energía se perdería, obligando a los países a continuar dependiendo de combustibles fósiles para cubrir la demanda energética.
En este contexto, España jugará un papel importante al lanzar su primera subasta de capacidad en enero, un mecanismo destinado a primar tanto a los proyectos de almacenamiento energético como a los ciclos combinados por su capacidad de respaldo.
Impacto en la independencia energética
El almacenamiento de energía en baterías permitiría utilizar el excedente de energía renovable generado durante el día para reducir el uso de gas en las horas de mayor demanda, logrando una transición hacia fuentes más limpias. Beatrice Petrovich, autora principal del estudio, afirmó: «Las baterías pueden ayudar a trasladar la abundancia de energía solar y eólica hacia momentos en los que su demanda es mayor, reduciendo costos y dependencia energética».
En los últimos años, varios países europeos han experimentado picos de producción solar que han superado ampliamente la demanda eléctrica en ciertas horas del día. Entre agosto de 2023 y julio de 2024, Países Bajos y Grecia vieron cómo la producción solar llegó a superar el 80 % de la demanda eléctrica, lo que refleja el potencial desaprovechado sin un sistema de almacenamiento eficiente.
Beneficios económicos
El estudio pone de relieve a Alemania como uno de los países más beneficiados por una mayor adopción de tecnologías de almacenamiento. Según el informe, en junio del 2024, si Alemania hubiera contado con 2 GW adicionales de capacidad de almacenamiento, podría haber evitado la generación de 36 GWh de energía basada en combustibles fósiles, lo que se habría traducido en un ahorro de 2.5 millones de euros en la compra de gas. Esta cifra ilustra la necesidad de invertir en infraestructuras para almacenar la energía renovable.
La rápida expansión de la energía solar y eólica en Europa supone una oportunidad única para que el continente reduzca su dependencia de combustibles fósiles. No obstante, el informe de Ember advierte que sin un despliegue acelerado de soluciones de almacenamiento como las baterías, el crecimiento de las energías renovables podría verse limitado, lo que retrasaría el cumplimiento de los objetivos de descarbonización de la región.
La autora del informe subraya que la Unión Europea necesita eliminar las barreras regulatorias que actualmente frenan el despliegue masivo de baterías, además de implementar políticas que incentiven su instalación junto con proyectos de energía solar.