Cinco líderes de la región Ecuador, Colombia, Costa Rica, Brasil y República Dominicana, compartieron en el Foro Económico Mundial en Davos, su visión país para cumplir la agenda estratégica prevista para los próximos años.
Una visión en donde las energías renovables, el comercio y la inversión ocupan un lugar protagónico, al plantearse como respuesta a los actuales cuellos de botella estructurales existentes.
En Ecuador, la economía postpandemia tuvo una recuperación del 4.2% en 2021. Sin embargo, los pronósticos no son tan halagüeños este 2023 a pesar de que desde su presidente Guillermo Lasso, tiene una visión clara de la importancia de trasladar su potencial en energías limpias para ayudar a que Estados Unidos cambie su matriz energética.
En Colombia, el presidente Petro Urrego, comparte también la visión de la importancia del uso compartido de las energías renovables, con el objetivo múltiple de contribuir a los objetivos climáticos, particularmente, preservar la Amazonía y maximizar el potencial de la integración energética.
Una ambición que le ha llevado a afirmar que se pudiera construir una red eléctrica americana, desde la Patagonia hasta Alaska, para contribuir a la necesidad de energía de Estados Unidos.
En Costa Rica, el presidente Rodrigo Chaves está satisfecho por la integración de las cadenas de valor a través de las energías sostenibles y de la estrategia país para atraer inversión extranjera directa.
La visión costarricense en la corresponsabilidad con el consumidor joven, al que según Chaves, le interesa no solo el precio y la calidad de lo que se adquiere, sino las condiciones de dónde se produce.
En ese sentido, Costa Rica ha invertido en una matriz energética 100% basada en energías renovables. Además, ha favorecido la simplicidad a la hora de promover la integración comercial y los acuerdos de libre comercio con China, Estados Unidos, Chile y próximamente, Ecuador.
En República Dominicana, la vicepresidenta Raquel Peña, los buenos resultados de crecimiento en 2021 (5%) y en 2022 (5.5%) dejan un margen esperanzador para el país. Eso al compás de un apoyo hacia el tejido empresarial que en su 98% está compuesto de micro, pequeñas y medianas empresas. Una apuesta que ha motivado que las zonas francas del país estén supliendo sus materias primas a través de esas mipymes.
El ministro de Finanzas en Brasil, Fernando Haddad, favorece la interconexión de la región con una red de energía limpia que promueva el interés de la atracción de empresas. La integración de los mercados energéticos, ofrecerían mayores posibilidades de inversión y por tanto, el desarrollo de la región.
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