El presidente Luis Abinader anunció con bombos y platillos la extensión del acuerdo entre el Estado dominicano y la empresa Aeropuertos Dominicanos Siglo XXI (Aerodom), siete años antes de concluir el primero, firmado en 1999.
El gobernante detalló una serie de obras que se desarrollarán con los recursos que ingresen al Estado, como resultado del acuerdo, y dándolo por hecho de que será aprobado una vez vaya al Congreso Nacional.
Dijo que se construirán puentes estratégicos para viabilizar el tránsito en el Gran Santo Domingo, incluso la ampliación del Aeropuerto Internacional de las Américas.
Si bien es cierto que la renegociación del referido contrato generó un mar de críticas de diversos sectores, las mismas se agudizaron aún más luego de que Aerodom anunciara un aumento en la tarifa del servicio aéreo, asegurando que es parte del convenio arribado con el Gobierno, algo que no se dijo en el anuncio del presidente.
Las malas noticias son incómodas de comunicar, incluso nadie quiere escucharlas, pero en un acuerdo de esa magnitud se debió ser sensato y decir lo que no se dijo en el anuncio del presidente, difundido por una red de medios tradicionales y digitales.
Lo cierto es que a partir de diciembre, los pasajes aéreos tendrán un costo mayor, y que, de acuerdo con Aerodom, es parte del convenio arribado con el Gobierno dominicano.
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