Un conductor denunció ayer, a través de sus redes sociales, que tardó más de 20 minutos en incorporarse a la avenida John F. Kennedy desde su giro en la rotonda, al cruzar por debajo del puente en el kilómetro nueve. Es decir, 20 minutos para atravesar la curva que lleva a los vehículos desde la avenida Luperón hasta el kilómetro nueve, cuando esta pequeña hazaña debería tomar menos de un minuto.
Los interminables tapones en el Gran Santo Domingo no solo generan caos vial y ansiedad entre los ciudadanos, sino que también afectan directamente la calidad de vida, incrementan el gasto en combustibles y contribuyen al deterioro del medioambiente por las toneladas de CO2 emitidas por el parque vehicular.
El promedio de tiempo que los ciudadanos pasan en el tráfico es de alrededor de una hora y 15 minutos al día, según el Plan de Movilidad Sostenible del Gran Santo Domingo. Esto representa un gasto significativo en energía, tiempo y recursos.
Historias de vida en el tapón
Arelis Rojas, una joven empleada que vive en Santo Domingo Oeste, cerca del Merca de Santo Domingo, y trabaja en el polígono central, recorre diariamente 17 kilómetros para ir y regresar del trabajo. Este trayecto le toma aproximadamente tres horas al día, es decir, una hora y media por cada recorrido.
Su vehículo, de cuatro cilindros, consume un promedio de 6 litros (1.5 galones) de gasolina premium al día. A un precio de RD$290.10 por cada 3.8 litros (galón), esto equivale a un gasto diario de RD$435.15 Al multiplicarlo por los 5.5 días laborales de la semana, el costo asciende a RD$2,393.3, lo que al mes significa RD$9,573.3 y al año RD$114,879.6.
Además, Arelis dedica 16.5 horas a la semana en el tráfico solo para ir a trabajar, lo que se traduce en 66 horas mensuales y 792 horas anuales. Esto equivale a 26.4 días completos de su vida al año atrapada en un tapón, más tiempo del que muchos dominicanos disfrutan en vacaciones.
Otro caso, Ramón Jiménez, residente en Gascue, trabaja en la avenida Winston Churchill tan solo 4.4 kilómetros de su casa. A pesar de la corta distancia, su vehículo de cuatro cilindros consume alrededor de RD$5,000 en combustible mensual, lo que equivale a RD$60,000 anuales.
Ramón relata que, en horas pico, recorrer esa distancia le puede tomar entre 1.5 y 2 horas. En contraste, los domingos o días feriados, cuando las calles están despejadas, hace el mismo trayecto en apenas 10 minutos.
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El saturado tráfico
El Gran Santo Domingo registra diariamente 3.97 millones de viajes, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (Intrant). Además, más del 40 % de los vehículos del país, aproximadamente 6,081,697 unidades, circulan por las calles y avenidas del Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo.
De estos vehículos, el 1,119,161 son privados, el 36 % corresponde al transporte público (incluido el 9 % que utiliza el Metro), el 21 % de los ciudadanos se traslada a pie y menos del 1 % utiliza bicicletas como medio de transporte.
La situación del tráfico en el Gran Santo Domingo no solo demanda una solución urgente para mejorar la calidad de vida de sus habitantes, sino también para reducir el impacto ambiental y económico que genera este problema diario.
De hecho, la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE) registro en su informe de cambio climático que el sector transporte y energético son los mayores emisores de dióxido de carbono (CO2 en el país, con un promedio el 40 % es responsabilidad de los vehículos de motor. Mientras que el 45 % es por el sector eléctrico.
La cantidad de CO2 que emiten los vehículos depende de varios factores, como el tipo de combustible que utilizan y la eficiencia del motor. Por ejemplo, un coche de gasolina de tamaño mediano emite en promedio 143 gramos de CO2 por kilómetro, mientras que un coche eléctrico similar emite entre 60 y 76 gramos.