EHPLUS, COLOMBIA.- El presidente Petro ha planteado el reemplazo de las divisas de los hidrocarburos por turismo en Colombia. La propuesta sugiere que ambos sectores son incompatibles y omite el impacto ambiental que tiene el turismo.
En enero de 2023 se dio la operación simultánea de embarcaciones de turismo en Colombia, cuando llegaron al país 6 cruceros con 13.000 visitantes.
Aunque todos los tipos de buques tienen un impacto ambiental y climático, la contaminación atmosférica de los cruceros es especialmente preocupante, según un estudio de Transport & Environment (T&E) sobre los cruceros en Europa.
De acuerdo con el informe de T&E, los 218 cruceros que visitaron puertos europeos en 2022 produjeron la misma cantidad de óxidos de azufre que 1.000 millones de carros.
Un estudio de la Universidad de Sídney afirma que en 2019 el turismo en su conjunto emitió 665 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera, 8% del total de emisiones de efecto invernadero.
¿Turismo por petróleo?
El turismo es una posible solución para economías emergentes con el objetivo de impulsar su desarrollo económico.
Desde la Organización Mundial del Comercio (OMT) se han promovido proyectos de asistencia técnica para fomentar el turismo en colaboración con instituciones financieras internacionales.
El presidente Gustavo Petro ha señalado el turismo en Colombia como un sector con potencial para reemplazar la dependencia del petróleo, y el gobierno ha centrado parte de su estrategia en promoverlo.
Sin embargo, existen dudas sobre si el turismo puede ser realmente el motor principal del desarrollo económico. Según, Javier Mejía, doctor en Economía de la Universidad de Los Andes, el turismo no promueve la diversificación y robustez del aparato productivo de un país y puede tener diversos impactos negativos en el bienestar de las personas.
El turismo es vulnerable a los ciclos económicos y puede tener impactos ambientales significativos, así como efectos negativos en las comunidades locales, como la gentrificación y la turistificación.
Fenómenos que hacen referencia al reemplazo de la vocación de los espacios urbanos hacia clases sociales más altas y turistas. Lo que genera la expulsión de los habitantes tradicionales especialmente del centro de la ciudad.
La transición abrupta de la dependencia de los sectores tradicionales como el petróleo y la minería podría tener consecuencias nefastas en términos de estabilidad económica, ya que estos sectores representan una parte importante del PIB y las exportaciones en países como Colombia.
Por lo tanto, la viabilidad del turismo en Colombia como motor de desarrollo económico requiere un análisis cuidadoso y consideración de sus limitaciones y desafíos.
Responsabilidades diferenciadas en la lucha contra el cambio climático
El aporte de Colombia al calentamiento global es poco, pues el país aporta tan solo el 0,54% de los Gases de Efecto Invernadero, según datos de Climate Watch, los cuales se concentran principalmente en la agricultura y no tanto en la quema de combustibles fósiles.
En el mundo, 10 países son responsables de cerca del 60% de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero. China, Estados Unidos, India y Rusia encabezan la lista, según el mismo portal.
De acuerdo con Climate Watch, el sector de la energía emite cerca de tres cuartas partes de los gases de efecto invernadero. Le siguen la agricultura, los procesos industriales y los desechos.
Turismo en Colombia
En 2023, el país recibió 5,8 millones de visitantes, según datos del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo. Este número de turistas es pequeño en comparación, por ejemplo, con los 10,3 millones de turistas que visitaron República Dominicana y con los 42 millones que viajaron a México, según datos oficiales de cada país.
En esta medida, la proporción de visitantes con respecto a la población es cercana al 11%, lo que pone al país lejos de países con vocación turística como México, en donde este indicador es del 40%, o de España y Francia, donde es cercano al 100%.
El DANE registra que, en 2022, la actividad de alojamiento y servicios de comida representó el 3,6% del PIB, la mitad del aporte del sector de hidrocarburos, que fue del 7,2% del PIB.
Las cifras demuestran que, al menos en el corto plazo, no existe la capacidad de reemplazar los ingresos que le dejan los hidrocarburos por los ingresos del turismo en Colombia. Para el Centro de Estudios del Trabajo (Cedetrabajo), Colombia podría beneficiarse de una estrategia que fomente el petróleo y el turismo como actividades complementarias.
La lucha contra el cambio climático y la transición energética en Colombia no deben ser vistas como una elección entre el petróleo y el turismo en Colombia, sino como una oportunidad para abordar tanto la economía como los desafíos ambientales.
Fuente: Más Colombia.
Recibe nuestras noticias por correo
