Los precios del petróleo que inicialmente habían subido debido a los temores de un conflicto más amplio en Medio Oriente entre Israel e Irán, volvieron a perder terreno el miércoles después de que se publicara un ligero aumento en los inventarios de crudo en los Estados Unidos. Este cambio en la dirección de los precios refleja la continua volatilidad en el mercado energético global, influenciado tanto por factores geopolíticos como por datos económicos inesperados.
El precio del barril de crudo Brent del Mar del Norte, para entrega en octubre, cayó un 1.15 %, situándose en US$79.76. De manera similar, el barril de West Texas Intermediate (WTI), para entrega en septiembre, bajó un 1.74 %, cerrando en US$76.98.
Cambio en la tendencia tras publicación de inventarios
La tendencia en los precios del crudo cambió bruscamente después de la publicación de un ligero aumento en las reservas estadounidenses de crudo. Este dato fue sorprendente para el mercado, ya que la mediana de las previsiones de los analistas, elaborada por la agencia Bloomberg, había anticipado una reducción de las reservas en dos millones de barriles. En lugar de la esperada disminución, las reservas semanales de crudo en los Estados Unidos aumentaron en 1.4 millones de barriles, alcanzando los 430.7 millones de barriles en la semana que finalizó el 9 de agosto.
Este aumento inesperado es desfavorable para los precios del petróleo, lo que genera preocupación sobre el equilibrio entre la oferta y la demanda en el mercado energético ya que sugiere un menor consumo de crudo del esperado.
Impacto de la demanda y previsiones de la AIE
Además del impacto de los inventarios, el mercado petrolero también reaccionó a las recientes previsiones de la Agencia Internacional de la Energía (AIE). Según su último informe mensual publicado, el ritmo de crecimiento de la demanda energética a nivel mundial se está desacelerando, con un énfasis particular en China. Esta revisión de las previsiones sugiere que la demanda mundial crecerá en menos de un millón de barriles diarios en el 2024 y el 2025, un ritmo significativamente inferior al observado antes de la pandemia.
Andy Lipow, de Lipow Oil Associates, subrayó que las expectativas de la AIE reflejan un escenario donde la demanda energética global enfrenta una desaceleración continua. «Se espera que la demanda mundial crezca menos de un millón de barriles diarios en el 2024 y el 2025, por debajo de la tendencia de crecimiento anterior a la pandemia», afirmó la AIE en su reporte, lo que refuerza las preocupaciones sobre la capacidad de recuperación del mercado energético en el corto plazo.
La combinación de un aumento inesperado en los inventarios de crudo en los EE.UU. y las previsiones moderadas de la AIE está ejerciendo una presión significativa sobre los precios del petróleo. Aunque las tensiones geopolíticas en Medio Oriente siguen siendo un factor de riesgo, los fundamentos del mercado, como la oferta y la demanda, continúan desempeñando un papel crucial en la determinación de los precios a corto plazo.
