Un Sistema de Almacenamiento de Energía en Baterías (BESS) es una tecnología que permite almacenar electricidad mediante grupos de baterías conectadas a la red eléctrica. Este sistema juega un papel clave en la estabilidad del suministro energético, ya que puede responder en menos de un segundo ante fallos o aumentos repentinos de demanda.
¿Para qué sirve?
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Suministrar energía en momentos de alta demanda.
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Brindar servicios auxiliares como control de frecuencia.
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Servir como respaldo en caso de cortes o fallos eléctricos.
Ventajas:
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No requiere combustible.
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Se puede instalar en zonas urbanas.
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Ocupa poco espacio.
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Se activa rápidamente.
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Es ideal como complemento a fuentes renovables.
Tipos de baterías más comunes:
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Iones de litio (actualmente las más utilizadas).
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Plomo-ácido (más económicas, de menor rendimiento).
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Redox de vanadio (tecnología emergente).
Dato clave:
Desde 2014, el costo del almacenamiento se ha reducido drásticamente. En 2020, costaba alrededor de 150 dólares por megavatio-hora (MWh), y en 2023 bajó a 117 dólares.
A partir de 2019, este tipo de almacenamiento se volvió más barato que las turbinas de gas para usos de hasta dos horas, acelerando su adopción en todo el mundo.
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