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viernes 13, diciembre 2024

Renault Cléon: el “templo térmico” acelera su turno eléctrico

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EH PLUS, FRANCIA.-La fábrica de Renault en Cléon, “templo del motor térmico”, aceleró este martes su transición a la energía eléctrica al lanzar la producción de un nuevo motor eléctrico.

Situada en un bucle del Sena, a pocos kilómetros de Rouen, la fábrica que producía los motores de los 4L, R5 o Twingo se ha transformado. En el propio taller eléctrico, con un ligero ruido mecánico de fondo, unas pocas docenas de empleados ensamblan piezas de motores o supervisan las máquinas que enrollan cobre sobre aluminio.

Tras dos años de renovación, el fabricante inauguró este martes la línea de montaje de un motor eléctrico de potencia media (160 kilovatios, o 220 caballos). Equipa su nuevo buque insignia eléctrico y de gama alta, el Mégane E-Tech.

Refrigerado por aceite para un mejor rendimiento, es un 25% más compacto y un 15% más ligero que el motor del Zoé, subraya Thomas Denis, director de planta.

Este nuevo motor fue desarrollado en el marco de la Alianza con Nissan, y su clon producido en Japón también equipa el nuevo SUV de la marca japonesa, el Ariya.

En 2021, los empleados de Cléon todavía produjeron 600.000 motores y cajas de cambios para modelos térmicos, así como 167.000 motores híbridos y 150.000 motores eléctricos, en particular para el Zoé. Pero se espera que la producción de motores eléctricos se duplique en los próximos dos años.

Un año de formación

Y añadiendo un motor eléctrico más pequeño para el nuevo R5, cuyas líneas aún están protegidas por lonas, la producción debería aumentar a 500.000 eléctricos y 510.000 híbridos a partir de 2024, con una salida total de los motores de combustión al exterior en 2030.

Para el director industrial de Renault, el español José Vicente de los Mozos, “es un ejemplo de transformación industrial”, con “un futuro claro”, expresó durante la inauguración.

La planta también debe producir a partir de 2027 un potente motor de 200 kilovatios, producido en asociación con el fabricante francés de equipos Valeo.

Cléon tendría así su sitio en la futura entidad eléctrica de Renault. Esto debe reunir a 10.000 empleados en Francia para 2023, en particular las tres fábricas de su división “ElectriCity”, en Hauts-de-France.

Al final de la línea de montaje, Elise Delabrière, de 33 años, revisa los motores antes de trasladarlos a la planta de montaje de Douai. Contratada en Cléon en 2017, se inició en las líneas del Mégane termal antes de partir a entrenar durante un año. “Descubrí la instalación de máquinas. Al principio éramos sólo diez”, explica el operador de línea.

Menos mano de obra

Cerca de la entrada al sitio, el centro de capacitación interno debería recibir a sus primeros empleados en julio. Cléon anunció a fines de junio la contratación de 100 nuevos empleados con contratos indefinidos “para apoyar la transformación eléctrica del sitio”.

Sin embargo, el número de empleados ha seguido disminuyendo en Cléon, en particular en el marco de un plan de salida global lanzado por Renault a principios de 2021. “Tenemos 3.096 contratos indefinidos en actividad, mientras que hace dos años estábamos en 3.600”, subraya William Audoux, representante de la CGT en la fábrica.

Los motores eléctricos requieren menos mano de obra: la dirección de Renault indica que la fabricación del nuevo motor está automatizada en un 60%, frente al 40% del motor Zoé, y entre el 7 y el 30% de un motor térmico, según el país de fabricación.

La dirección cuenta con 3.228 empleados. “No dejamos a nadie atrás”, aseguró el Sr. de los Mozos.

Para lograr sus elevados objetivos de electrificación, Renault también tendrá que librarse de la escasez de chips electrónicos, que ha ralentizado la producción en Cléon como en muchas otras fábricas de automóviles.

Además de los recortes de empleo, la CGT critica el posicionamiento de Renault en la gama alta, que debe recuperar la imagen de Losange, pero pone estos modelos fuera del alcance económico de los trabajadores.

“Para hacer los productos, tienes que vender los autos, y para venderlos, la gente tiene que tener poder adquisitivo”, mientras la inflación aumenta y los salarios no aumentan lo suficiente, indicó Audoux.

AFP

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