Venezuela, el país con las mayores reservas de petróleo del mundo, ha visto un cambio significativo en su panorama de exportación de crudo. En el 2023, los Estados Unidos se posicionaron como el principal comprador de petróleo venezolano, representando el 60 % de las exportaciones del país, a pesar de las sanciones internacionales y las restricciones comerciales. Este artículo examina en detalle el contexto y las implicaciones de este desarrollo.
Venezuela cuenta con vastas reservas de petróleo en la faja del Orinoco, donde el crudo es conocido por ser extrapesado y con altos niveles de viscosidad. Este tipo de petróleo requiere procesos adicionales de mejoramiento o mezcla con crudos más ligeros para su transporte y refinación. A pesar de estos desafíos, el petróleo venezolano sigue siendo una fuente crítica de ingresos para el país.
En el 2023, exportó US$9,300 millones en petróleo, con los Estados Unidos, China y España como los principales destinos. Sin embargo, según el ITC Map, la cifra reportada es de US$7,122 millones, reflejando las dificultades de Venezuela para declarar sus exportaciones debido a las sanciones y el uso de métodos como el pago en criptomonedas y el trasvase de crudo en altamar para evitar detección. De hecho, en lo que se refiere a las exportaciones, la consultora Ecoanalítica las estima en US$16,656 millones, de las cuales US$13,521 millones corresponderían a las exportaciones petroleras.
Los mercados de exportación de más rápido crecimiento para el crudo venezolano fueron España (US$436 millones) e Italia (US$$58.7 millones). Sin embargo, los Estados Unidos siguen siendo el principal comprador, con una cuota del 60 % del total de exportaciones. China (11 %), España (11 %), Brasil (6 %), Turquía (6 %) y Francia (2 %) también son importantes destinos.
De acuerdo con los datos difundidos por el Departamento de Comercio a través de su Oficina de Análisis Económico (BEA, en inglés), Venezuela, entre enero y marzo del 2024, vendió un total de 14,831,000 de barriles de crudo (164,788 barriles diarios), lo que representa un aumento del 128 % en contraste con ese lapso en el 2023. Proyecciones indican que el ingreso petrolero causado (sin considerar descuentos) en lo que va del año asciende a US$4,460 millones, un 28.2 % mayor al registrado el primer trimestre del 2023.
Desafíos y recuperación
El sector petrolero venezolano enfrenta tres problemas principales:
- Atractivo de inversión: el crudo extrapesado del Orinoco tiene una menor atracción para inversiones internacionales debido a sus altos costos de producción y emisiones de CO2.
- Gestión ineficiente: PDVSA, la empresa estatal, ha sufrido de mala gestión, corrupción y saqueo durante más de dos décadas.
- Infraestructura deteriorada: la infraestructura petrolera de Venezuela necesita inversiones significativas en oleoductos, refinerías y puertos, lo que es una barrera para la recuperación del sector.
A pesar de estos desafíos, la producción de petróleo ha mostrado señales de recuperación. Durante el primer trimestre de 2024, la producción promedio se situó en 864 mbd, un aumento anualizado del 18.4 %.
La dependencia de Venezuela en las exportaciones de petróleo es crítica para su economía. Las fluctuaciones en la producción y las ventas internacionales afectan directamente los ingresos del país y su capacidad para financiar proyectos internos. La relación con los Estados Unidos es particularmente significativa, dada la historia de sanciones y tensiones políticas.
La producción y exportación de petróleo en Venezuela están en una encrucijada. Con una infraestructura que necesita renovación y una administración estatal debilitada, el camino hacia una recuperación sostenible es complicado. No obstante, las inversiones recientes y la reactivación de campos petroleros, como los operados por Chevron, ofrecen una esperanza de aumento en la producción y exportación de crudo en los próximos años.
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