Informando hoy, lo que usted utiliza para el futuro

miércoles 18, septiembre 2024

América Latina y el Caribe enfrentan altos costos ambientales y sociales por pérdidas eléctricas

Comparte:

Las pérdidas eléctricas en América Latina y el Caribe (ALC) no solo representan un desafío económico, sino también un costo ambiental significativo. Estas pérdidas, que surgen de ineficiencias técnicas y del sobreconsumo de energía no facturada, resultan en la generación de gases de efecto invernadero (GEI). La ineficiencia técnica en la transmisión y distribución de energía, junto con el consumo ineficiente por parte de los usuarios, contribuye a estas emisiones.

Emisiones de CO2 y su costo social

Se estima que las pérdidas eléctricas ocasionan entre 5-6 millones de toneladas de CO2 por año, lo que se traduce en un costo social de US$320 millones anuales. Estas emisiones son comparables a las emisiones anuales de 1.3 millones de vehículos de pasajeros a gasolina o a 661 millones de galones de gasolina consumidos al año. En 2019, las pérdidas eléctricas neutralizaron todas las emisiones GEI evitadas por la energía solar en la región.

Desafío para la transición energética

La tolerancia a las pérdidas de energía es incompatible con la transición energética, ya que desalienta las medidas de conservación y eficiencia energética. Además, las pérdidas técnicas suelen requerir el uso de capacidad instalada en el margen, que generalmente tiene una mayor huella de carbono, para compensar los excesos de demanda de energía.

Mayores niveles de pérdidas están asociados con menores niveles de calidad del servicio eléctrico, afectando principalmente a las poblaciones más vulnerables. La reducción en la calidad del servicio puede manifestarse en un mayor número de interrupciones y programas de racionamiento, implementados para preservar la integridad del sistema eléctrico o mitigar las pérdidas financieras.

Impacto en las comunidades vulnerables

Las poblaciones más vulnerables son las más afectadas por la disminución en la calidad del servicio, ya que habitan áreas con menor dotación de infraestructura y tienen menos recursos para compensar las deficiencias del servicio eléctrico. Los bajos niveles de calidad representan una restricción significativa para un insumo productivo esencial, debilitando la competitividad económica y exacerbando las desigualdades sociales.

Las pérdidas eléctricas en América Latina y el Caribe tienen un costo ambiental y social considerable. Abordar estas pérdidas es crucial para avanzar en la transición energética, mejorar la eficiencia económica y garantizar un servicio eléctrico de calidad para todas las comunidades, especialmente las más vulnerables.

spot_img

Las más leidas

Mira otros tags: