EH PLUS, INTERNACIONAL.-Con la imperiosa necesidad de reemplazar las compras de energía rusas, el primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, respaldó la explotación de hidrocarburos offshore en el Mar del Norte. Un nuevo ejemplo de que la seguridad energética se impuso sobre los planes de transición en los países europeos.
La invasión de Rusia a Ucrania, que reconfiguró gran parte del mercado energético mundial, causó fuertes alteraciones en las principales economías con niveles de inflación pocas veces visto. Ante este escenario es que surgen las declaraciones de Johnson en apoyo al sector hidrocarburífero en busca de aliviar el impacto en los consumidores.
Vale señalar que, hasta ahora, el gobierno está incumpliendo con las promesas que realizó en la conferencia COP26 que organizaron ellos mismos, en diciembre pasado.
«No creo que podamos darle la espalda por completo a los hidrocarburos, el Reino Unido en realidad tiene un sector floreciente en el noroeste de Escocia, es muy importante y tenemos que seguir así», señaló Johnson en una entrevista.
Lo que va contra el pedido generalizado del primer ministro es que justamente la semana que pasó el ministro de Hacienda, Rishi Sunak, anunció un impuesto de 25% sobre las ganancias de los productores de petróleo y gas. El objetivo de esta medida es usar los fondos para subsidiar las facturas de energía.
En un intento de no desalentar las inversiones, Sunak aseguró que las empresas podrán evitar parte de ese impuesto al ejecutar nuevas inversiones en la extracción de petróleo y gas, compensando hasta el 80% de los nuevos gastos.
“Para hacer frente a la inflación en el mediano plazo, debe lidiar con los problemas del lado de la oferta”, sumó Johnson. “Entonces, necesitamos que las compañías de energía inviertan más en hidrocarburos, pero también necesitamos que todo el país invierta en más energía baja en carbono”, finalizó.
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