El color de la llama de tu estufa es un indicador clave de cómo está funcionando el quemador y si la combustión es adecuada. Una llama saludable y eficiente debe ser de color azul.
Esto se debe a que una combustión completa del gas (principalmente propano o butano) produce dióxido de carbono, vapor de agua, y suficiente calor para generar una llama azul. Sin embargo, si notas que la llama es amarilla o anaranjada, es señal de que el gas no se está quemando por completo, lo cual puede generar monóxido de carbono, un gas tóxico y potencialmente peligroso.
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¿Qué significa cada color?

- Azul: Combustión completa, eficiente y segura. Indica que el quemador está funcionando correctamente y que el gas se está quemando por completo.
- Amarillo o naranja: Combustión incompleta, que podría deberse a la falta de oxígeno o a la presencia de residuos en el quemador. Además de ser ineficiente, este tipo de combustión produce gases nocivos, como el monóxido de carbono.
¿Qué hacer si la llama es amarilla o anaranjada?

- Revisa los quemadores: Asegúrate de que no estén bloqueados por residuos o grasa.
- Ventilación: Verifica que el área esté bien ventilada para que el quemador reciba suficiente oxígeno.
- Llama persistente: Si el problema persiste, considera llamar a un técnico para una revisión más profunda, ya que podría haber un problema con la mezcla de gas y aire o con el regulador.
Recuerda siempre estar atento a la calidad de la llama para garantizar una cocina segura y eficiente.

