Cuba se prepara para experimentar apagones en el 11% de su territorio durante la tarde-noche de este miércoles, según las previsiones de la empresa estatal Unión Eléctrica (UNE).
Estos cortes se deben a averías y mantenimientos en algunas unidades de las centrales termoeléctricas terrestres (CTE).
Las interrupciones en el servicio de energía eléctrica han empeorado desde mayo pasado, con cortes que superan las diez horas diarias en algunas localidades del país.
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La UNE, que depende del Ministerio de Energía y Minas, estima una capacidad máxima de generación eléctrica de 2,678 megavatios (MW) para una demanda proyectada de 2,950 MW para este día. Esto resultará en un déficit de 272 MW y una afectación de 342 MW durante el “horario pico” de la tarde-noche.
La red eléctrica nacional está en una situación crítica debido a la falta de combustible importado y averías en las siete CTE, que son obsoletas tras más de cuatro décadas de uso y sufren una crónica falta de inversiones y mantenimientos.
Para paliar la falta de capacidad de generación, el gobierno cubano ha rentado hasta siete centrales eléctricas flotantes en los últimos seis años, aunque actualmente solo quedan cinco operativas. Esta solución, aunque rápida, es temporal, costosa y contaminante.
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Los frecuentes cortes en el suministro eléctrico están dañando la economía cubana, que se contrajo entre 1 y 2 por ciento en 2023, y aumentan el descontento social en una población ya gravemente afectada por una crisis económica que lleva cuatro años.
Estos apagones han sido el detonante de protestas antigubernamentales en los últimos años, incluyendo las del 11 de julio de 2021 -las mayores en décadas- y las del pasado 17 de marzo en Santiago de Cuba y otras localidades.
