EHPLUS, INTERNACIONAL.- Según el informe Latin America Energy Outlook, la demanda de electricidad en América Latina y el Caribe experimentará un crecimiento notable en las próximas décadas, con un aumento promedio anual del 2,3% entre 2022 y 2050 en el Escenario de Políticas Declaradas (STEPS). Esta proyección representa un incremento significativo en comparación con la tasa registrada en la última década, que se situó en un 1,8%.
En términos sectoriales, se espera que la construcción y la industria sean los principales impulsores de este crecimiento, representando más del 90% del mismo hasta 2030 y continuando como los principales motores hasta 2050. La construcción, en particular, se destaca como un factor clave, representando la mitad del crecimiento total de la demanda de electricidad hasta 2030 debido al aumento en la demanda de refrigeración y electrodomésticos.
Además, se proyecta que la electrificación del transporte y el uso de electricidad para la producción de hidrógeno también contribuyan al aumento de la demanda de electricidad, aunque en menor medida. En el STEPS, estos sectores representarán el 10% del crecimiento total de la demanda hasta 2030 y el 20% hasta 2050.
En términos regionales, Chile se destaca como uno de los países con un crecimiento más acelerado en la demanda de electricidad. Se proyecta que la demanda total de electricidad en Chile aumente más del 20% para 2030 y se duplique para 2050. Este incremento se atribuye principalmente a la producción de hidrógeno, que se espera que represente más de un tercio del crecimiento de la demanda de electricidad en el país para 2030 y hasta el 50% para 2050.
Además de Chile, otros países como Brasil, Costa Rica, Argentina y Colombia también experimentarán un crecimiento significativo en la demanda de electricidad. Brasil se espera que sea responsable de un tercio del crecimiento total de la demanda en la región hasta 2050, con la mayor parte de la demanda proveniente de sus sectores de la construcción y la industria. Costa Rica, Argentina y Colombia presentan un promedio de crecimiento de alrededor del 2,2% anual entre 2022 y 2050.
En respuesta a este crecimiento, se plantean desafíos en la gestión de la demanda máxima de electricidad, con un aumento esperado en la sensibilidad a la temperatura debido a la adquisición de sistemas de aire acondicionado y el incremento en las ventas de vehículos eléctricos. Sin embargo, se destaca que la eficiencia energética y la gestión de la respuesta a la demanda jugarán un papel crucial en la garantía de la fiabilidad del sistema eléctrico.
