El Gobierno de Ecuador ha anunciado este domingo que se reanudarán los apagones programados en el país tras la salida de operación de la central hidroeléctrica Coca-Codo-Sinclaire, la más importante del país, debido a los sedimentos arrastrados por las intensas lluvias en varias regiones.
Roberto Luque, ministro de Energía en funciones, explicó que el aumento de los caudales ha desplazado grandes volúmenes de sedimentos y escombros, obligando a detener las operaciones de la planta.
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Esta situación ha dejado indisponibles 1.500 megavatios de potencia que genera la central.
Además, la central hidroeléctrica Agoyán, con una capacidad de 360 megavatios, también ha salido de operación por causas similares, afectando aún más la capacidad energética del país. Luque informó que esto ha resultado en la pérdida de un total de 2.145 megavatios del sistema nacional de generación de energía.
Para mitigar el impacto, se han activado 400 megavatios de energía importados desde Colombia y se ha puesto en funcionamiento todas las plantas térmicas del país. Sin embargo, será necesario implementar cortes eléctricos durante las horas de demanda pico, de 18:00 a 22:00 horas locales.
El ministro Luque, quien también es titular de Transporte y Obras Públicas, se ha desplazado a Baños de Agua Santa para atender la emergencia causada por los deslizamientos de tierra en la zona de Río Blanco, que han dejado al menos seis muertos y otras treinta personas desaparecidas.
Las fuertes lluvias han afectado significativamente varias provincias andinas como Tungurahua, Chimborazo, Pichincha, Azuay y Cañar, así como las provincias amazónicas de Napo, Pastaza y Morona Santiago.
Cabe recordar que en abril pasado, Ecuador ya experimentó racionamientos de energía a nivel nacional debido a una disminución en los caudales del río Paute, que alimenta un complejo de tres centrales hidroeléctricas con una capacidad combinada de 1.757 megavatios.
