En los primeros ocho meses de 2024, Portugal logró abastecer el 75% de su consumo eléctrico a través de fuentes de energía renovable, según los datos revelados por Redes Energéticas Nacionales (REN), la empresa encargada de gestionar las redes eléctricas y de gas natural en el país. Este logro subraya el compromiso de Portugal con la transición energética y su capacidad para integrar una amplia gama de energías limpias en su matriz energética.
La energía hídrica se posicionó como la principal fuente renovable, cubriendo un 33% del consumo eléctrico nacional. Le siguió de cerca la energía eólica, que aportó un 26%, consolidando así el papel crucial de estas fuentes en la reducción de la dependencia de combustibles fósiles. La energía fotovoltaica y la biomasa también contribuyeron significativamente, con un 10% y 6%, respectivamente.
Por otro lado, la producción de energía a partir de gas natural representó solo un 8% del consumo, una cifra que refleja una disminución considerable en la demanda de este recurso para la generación eléctrica, especialmente en un contexto donde la energía renovable ha ganado protagonismo. Además, el 17% del consumo de electricidad fue cubierto por energía importada, destacando la interconexión con otros mercados energéticos, en particular con España.
Consumo de electricidad
Durante este período, el consumo de electricidad en Portugal experimentó un incremento del 1.7% en comparación con el mismo período de 2023, un aumento que asciende al 2.2% cuando se ajusta en función de la temperatura y el número de días hábiles. Este crecimiento en la demanda se da en un contexto de consolidación de la economía portuguesa y su transición hacia una mayor electrificación.
En contraste, el consumo de gas natural registró una caída del 22%, en gran medida debido a la menor demanda para la producción de electricidad, una tendencia que se alinea con el aumento de la generación renovable. En agosto, el suministro de gas natural se garantizó completamente a través del terminal de gas natural licuado (GNL) de Sines, lo que refuerza la importancia de esta infraestructura en la seguridad energética del país.
Además, la interconexión con España desempeñó un papel clave durante estos meses, con un saldo exportador que representó el 35% del consumo eléctrico de Portugal. Este intercambio energético no solo demuestra la fortaleza del sistema eléctrico portugués, sino que también subraya su creciente capacidad para actuar como un exportador neto de electricidad, contribuyendo así a la estabilidad energética de la región.