El Gobierno dominicano ha destinado US$1,450 millones para el subsidio eléctrico durante este año, con el objetivo de mejorar la eficiencia energética, modernizar las redes y asegurar la sostenibilidad del sector. De este monto, US$800 millones (55.1 %) están asignados para cubrir el subsidio de los clientes de las empresas distribuidoras de electricidad (EDE) a través del Fondo de Estabilización de la Tarifa Eléctrica (FETE).
Celso Marranzini, presidente ejecutivo del Consejo Unificado de las Empresas Distribuidoras de Electricidad (CUED) y vicepresidente ejecutivo de la empresa de generación Punta Catalina, detalló que entre US$80 y US$100 millones del subsidio están destinados a los ayuntamientos para el alumbrado público, mientras que los US$450 millones restantes se utilizarán en proyectos específicos para mejorar la eficiencia energética y la capacidad de generación.
Durante su participación en el programa El Sol de la Mañana de Zol 106.5 FM, Marranzini explicó que para financiar la modernización de las redes eléctricas, el Gobierno ha recibido un préstamo de US$225 millones del Banco Mundial (BM). Este préstamo refleja el compromiso de la institución financiera con la mejora estructural del servicio eléctrico local. Además, enfatizó que se está reduciendo gradualmente el subsidio estatal para lograr un sector más sostenible a largo plazo.
Pilares de la reforma eléctrica
El presidente ejecutivo del CUED destacó varios pilares clave en las reformas en curso:
- Mejora de la eficiencia y transparencia operativa: medidas como la compra centralizada de materiales y la adopción de tecnología avanzada están en marcha para reducir las pérdidas de energía.
- Licitación internacional: en los próximos dos años se abrirá una licitación internacional para permitir la gestión privada de las distribuidoras Edenorte, Edesur y EdeEste, con el fin de incrementar la eficiencia y la calidad del servicio.
- Medidores inteligentes: la instalación de medidores inteligentes facilitará la modernización de la red eléctrica, reduciendo las oportunidades de fraude y mejorando la eficiencia del consumo.
Impacto financiero y sostenibilidad
Marranzini subrayó que se están tomando medidas decisivas desde el Gobierno para recuperar las deudas pendientes y mantener un flujo financiero estable para las distribuidoras. Además, los usuarios que generen energía a través de paneles solares estarán exentos del cobro por frecuencia, incentivando el uso de energías renovables.
Aclaró la diferencia entre tarifa y factura: la tarifa es el precio de la electricidad por kilovatio-hora, mientras que la factura es el monto total a pagar, incluyendo la tarifa, impuestos y otros cargos. Resaltó la necesidad de una mayor transparencia en la facturación y mencionó que se está revisando el sistema actual para hacerlo más fácil de entender para los usuarios.
«Estamos comprometidos con un futuro donde todos los dominicanos puedan disfrutar de un suministro eléctrico confiable y justo», sostuvo Marranzini, quien espera que el sector eléctrico dominicano experimente una transformación positiva en términos de eficiencia operativa y sostenibilidad financiera.
Enfrentando el robo de electricidad
Uno de los desafíos más urgentes es el robo de electricidad. Marranzini señaló que las conexiones ilegales, especialmente en la Zona Colonial, impactan negativamente las operaciones de las empresas distribuidoras y la sostenibilidad financiera del sistema eléctrico nacional. Para abordar este problema, se está implementando un sistema de supervisión más riguroso y la instalación de medidores inteligentes que detectarán irregularidades de consumo.
Los costos de generación de energía han aumentado debido a factores globales, como la crisis en Ucrania, lo que ha impactado las tarifas eléctricas y la capacidad de pago de los consumidores. Esto perpetúa un ciclo de aumento de costos y menor capacidad de inversión en mejoras. Indicó que se ha establecido un plazo hasta el 16 de agosto para que los residentes regularicen sus conexiones eléctricas, de lo contrario, se implementarán sanciones.
Oportunidades y beneficios
Abordar estos desafíos puede tener beneficios significativos para el país. La reducción proyectada de las pérdidas de energía podría incrementar el PIB en un 0.3 % en los próximos diez años, según estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI). Un ajuste adecuado en las tarifas eléctricas podría contribuir con un aumento adicional del PIB, proporcionando recursos adicionales para inversiones en infraestructura y servicios públicos esenciales.
La reforma fiscal en el sector eléctrico dominicano no solo es necesaria, sino que también representa una oportunidad para mejorar la eficiencia energética, fortalecer la estabilidad financiera y promover un desarrollo económico sostenible. Implementar estrategias efectivas para el cobro de deudas pendientes y considerar la participación del sector privado pueden mejorar la gestión y operación de las empresas distribuidoras. La colaboración con entidades internacionales y la adopción de buenas prácticas de gestión pueden aportar no solo capital adicional, sino también experiencia en eficiencia operativa y administrativa.
