CIUDAD DE MÉXICO. El hidrógeno verde, producido mediante electrólisis utilizando energía renovable, se presenta como una solución clave para la transición energética hacia un futuro bajo en carbono.
México, con su abundante potencial de energías renovables, se encuentra en una posición estratégica para desarrollar esta tecnología; sin embargo, el país enfrenta desafíos significativos en términos de infraestructura y políticas necesarias para impulsar el sector del hidrógeno verde.
¿Qué es el Hidrógeno verde?
El hidrógeno verde se genera a partir de la electrólisis del agua, utilizando electricidad proveniente de fuentes renovables como la solar o la eólica.
Este proceso produce hidrógeno sin emisiones de carbono, lo que lo convierte en una opción sostenible para sectores difíciles de descarbonizar, como el transporte pesado y la industria química.
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La estructura con la que cuenta México
México tiene un gran potencial para la producción de hidrógeno verde debido a sus abundantes recursos solares y eólicos. Aunque la infraestructura necesaria para producir, almacenar y distribuir hidrógeno verde está en una etapa incipiente.
Según un informe de la Secretaría de Energía (SENER), el país carece de una red de distribución y almacenamiento adecuada, lo cual es crucial para el desarrollo de esta tecnología.
En términos de proyectos, existen algunas iniciativas piloto en el país. Por ejemplo, el Centro Nacional de Control de Energía (CENACE) está evaluando la viabilidad de integrar plantas de electrólisis en los sistemas de energía renovable existentes.
Sin embargo, la escala de estos proyectos es aún limitada en comparación con los objetivos a largo plazo.
¿Qué dicen los especialistas?
Especialistas en energía han señalado que para que México se convierta en un líder en la producción de hidrógeno verde, es crucial desarrollar un marco regulatorio y políticas de incentivos claros.
“El gobierno necesita proporcionar una dirección clara y apoyo financiero para que las empresas puedan invertir con confianza en esta tecnología”, según Carlos Flores, experto en energías renovables de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Además, los expertos subrayan la importancia de la cooperación internacional.
“México tiene la oportunidad de establecer alianzas con países que ya están avanzados en esta tecnología, como Alemania y Japón, para adquirir conocimientos y acelerar el desarrollo de su infraestructura”, añade Ana Rodríguez, consultora en energías renovables.
Un momento clave
Uno de los mayores desafíos para el desarrollo del hidrógeno verde en México es el costo de producción, que actualmente es alto debido al precio de la electrólisis y la energía renovable. Aunque se espera que los costos disminuyan a medida que la tecnología avance y se implemente a mayor escala.
Por otro lado, México tiene la oportunidad de posicionarse como un exportador clave de hidrógeno verde, especialmente hacia mercados como Europa, donde la demanda está creciendo rápidamente.
Para ello, es esencial desarrollar una infraestructura de transporte y exportación robusta.
El hidrógeno verde representa una oportunidad estratégica para México en su transición hacia una economía más sostenible.
No obstante, para capitalizar esta oportunidad, es necesario un esfuerzo coordinado entre el gobierno, el sector privado y la academia para desarrollar la infraestructura y el marco regulatorio adecuados.
Con los incentivos correctos y la colaboración internacional, México podría convertirse en un líder en la producción de hidrógeno verde, beneficiando no solo a su economía, sino también contribuyendo significativamente a la lucha global contra el cambio climático.
