Por Pavel de Camps Vargas
A finales del mes de marzo en los Estados Unidos, la Casa Blanca ideó una tarjeta de débito prepaga, en medio del aumento de los costos de energía y de la inflación, con el objetivo de pagar el combustible. El esquema consistía en repartir tarjetas de débito prepagas a ciertos estadounidenses y algunos demócratas a nivel federal temían que la idea nunca funcionara por una variedad de razones, por lo que se archivó.
Se le presentó una idea similar y fue pensada por la alcaldesa de Chicago, Lori Lightfoot. A partir de ahí, la ciudad de Chicago enviará “tarjetas de gasolina” y “tarjetas de transporte público” cargadas de dinero a las poblaciones empobrecidas de la ciudad para supuestamente ayudar a combatir la inflación y los altos precios de la gasolina.
El nuevo programa llamado “Chicago Moves”, es una iniciativa respaldada por el gobierno local que proporcionará “$12,5 millones en fondos de ayuda para los habitantes de Chicago desfavorecidos”.
“El programa estará compuesto por $7.5 millones destinados a tarjetas prepagas físicas de $150 elegibles para canjear en estaciones de servicio locales de Chicago, así como $5 millones destinados a tarjetas prepagas de $50 elegibles para usar en el transporte público”, esto fue informado por medio de un comunicado de prensa.
El comunicado de prensa dio detalles sobre cómo funcionarán las tarjetas de gasolina:
Se distribuirán hasta 50,000 tarjetas prepagas físicas de $150 a los residentes elegibles a través de un sistema de lotería. Estas tarjetas tendrán una validez de un año a partir de su recepción y solo se podrán gastar en el costo del combustible en las gasolineras ubicadas dentro de Chicago. Las solicitudes están limitadas a una por hogar. A partir de mayo, las tarjetas se distribuirán en cinco oleadas mensuales sucesivas de 10.000 residentes.
Cuando vemos en el territorio nacional como los dominicanos tocan temas similares, podemos concluir que a la sociedad sí le interesa el uso de tarjetas prepagas para adquirir combustibles. Es una modalidad que podría crear debate en la República Dominicana, pero contribuye a paliar la crisis económica actual y futuras.
La pregunta es, si se aplica en la República Dominicana cuáles sectores deberían ser tomados en cuenta.
