EH Plus, Londres- El primer ministro de Japón, Fumio Kishida, afirmó el jueves que utilizará los reactores nucleares para ayudar a reducir su propia dependencia y la de otros países de la energía rusa.
Japón depende cada vez más del gas ruso desde que cerró los reactores nucleares tras el desastre de Fukushima de 2011, en el que un terremoto y un tsunami provocaron una fusión que devastó su región nororiental.
Sin embargo, de cara a las elecciones de julio y al aumento de los precios de la energía, que están reduciendo los presupuestos de los votantes, Kishida afirmó que la energía nuclear formará parte de la futura política energética del país.
Dijo que Japón abordará la “vulnerabilidad de nuestra propia autosuficiencia energética” ampliando el origen de sus compras de energía, promoviendo las energías renovables y utilizando la energía nuclear para diversificar sus fuentes de generación.
“Utilizaremos reactores nucleares con garantías de seguridad para contribuir a la reducción de la dependencia de la energía rusa en todo el mundo”, dijo Kishida ante una audiencia en el distrito financiero de Londres.
“Volver a poner en marcha un solo reactor nuclear existente tendría el mismo efecto que suministrar un millón de toneladas nuevas de GNL (gas natural licuado) al año al mercado mundial”.
Más de una década después de que el terremoto y el tsunami de marzo de 2011 desencadenaran la peor crisis nuclear desde Chernóbil, la energía nuclear sigue siendo un tema difícil en Japón, donde sólo un puñado de sus 30 centrales están actualmente en funcionamiento.
Sin embargo, la mayoría de la población y de las empresas quieren que el Gobierno vuelva a poner en marcha los reactores nucleares para garantizar la seguridad energética, ya que la crisis de Ucrania y el aumento de los costes de la energía han impulsado este cambio de opinión.
Kishida afirmó que en la próxima década se invertirán 150 billones de yenes (1,16 billones de dólares) para cumplir sus objetivos de neutralidad de carbono para 2050 y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 46% para 2030.
El ministro esbozó una hoja de ruta hasta 2030 centrada en maximizar el uso de la “tarificación del carbono a favor del crecimiento” y la promoción de proyectos a largo plazo.
(1 dólar estadounidense = 129,58 yenes)
(Información de Tommy Wilkes y Muvija M, escrito por William James y Tetsushi Kajimoto; editado en español por Benjamín Mejías Valencia).
Reuters