La aplicación de los Cuatro Principios y Procedimientos de la Regulación Fitosanitaria (en lo adelante “CPPRF”) es fundamental para la protección de los recursos agrícolas, dado a que ello asegura que los productos vegetales y agrícolas estén libres de plagas y enfermedades que puedan afectar tanto la economía como la biodiversidad de un país.
Los CPPRF están previstos a nivel jurídico en cada uno de los TLC de los que la República Dominicana forma parte, y éstos a su vez, acertadamente, están basados en los CPPRF consignados en la Convención Internacional de Protección Fitosanitaria de la FAO (en lo adelante “CIPF”) y en el Acuerdo sobre Medidas Sanitarias y Fitosanitarias de la OMC (en lo adelante “AMSF”), que son los acuerdos globales existentes en la materia y de los que nuestro país es signatario.
Ahora bien, las naciones pueden y deberían exigir a través de sus ordenamientos jurídicos internos el cumplimiento de los CPPRF o al menos incorporarlos de manera administrativa en su quehacer en este campo, siempre que no exista una prohibición o impedimento legal para ello.
Los CPPRF se enumeran y detallan a continuación
Primero: Cualquier medida tomada en esta materia debe basarse en una evaluación científica rigurosa de los riesgos para prevenir la entrada de plagas y enfermedades que puedan afectar los cultivos. Esta forma de proceder es fundamental para asegurar que cualquier acción relacionada con la sanidad vegetal, como la inspección y control de productos agrícolas, esté respaldada por fundamentos científicos, lo que permite justificar las medidas adoptadas y garantizar que no sean arbitrarias ni más restrictivas de lo necesario.
Segundo: Su implementación implica el reconocimiento de las equivalencias, es decir que las naciones deben reconocer como equivalentes las medidas sanitarias adoptadas por otros países y actuar en consecuencia, siempre que ofrezcan el mismo nivel de protección, aunque su forma de aplicación sea distinto al del país que lo determina.
Estos suelen estar previstos en tratados internacionales, y también pueden estar contemplados en la legislación local de un país. En muchos casos, las leyes nacionales incorporan el concepto de equivalencia como una herramienta para facilitar el comercio y la cooperación internacional, incluso en ausencia de un tratado internacional específico.
Tercero: La aplicación de las regulaciones en esta materia exige transparencia. En base a ello los países deben notificar, por los canales correspondientes cualquier cambio en sus regulaciones fitosanitarias a las demás naciones, para evitar barreras imprevistas al comercio internacional.
Cuarto: Es necesaria la armonización de las reglas aplicables en la materia. Los países deben armonizar sus regulaciones y prácticas fitosanitarias con los estándares internacionales para facilitar el comercio, lo que contribuye al desarrollo del comercio entre las naciones.
Finalmente, haciendo una evaluación objetiva en cuanto a la implementación de los CPPRF en RD, nuestro país enfrenta desafíos importantes, pues si bien es cierto que la Dirección General de Aduanas (en lo adelante la “DGA”) ha avanzado en muchos aspectos correspondientes a su modernización, como lo son la digitalización de procesos y la automatización de procedimientos aduaneros, no es menos cierto que aún persisten deficiencias importantes en la infraestructura y la capacitación necesarias para realizar inspecciones fitosanitarias rápidas y eficaces. Estas deficiencias no solo afectan la eficiencia del comercio agrícola, sino que también pueden comprometer la sanidad vegetal del país.
Además, la falta capacitación de los productores locales en el manejo de las normas fitosanitarias también es otra deficiencia en RD. En ese sentido es deber de los países crear mecanismos efectivos para que los productores estén debidamente actualizados en cuanto a las reglas aplicables a la comercialización internacional de sus productos como parte de las medidas tendientes a promover el comercio exterior.
Abordar estos desafíos requiere una inversión continua en infraestructura fitosanitaria, programas de capacitación avanzados y una mejora en los procedimientos administrativos para garantizar que las mejores prácticas fitosanitarias sean plenamente implementadas en RD.