La destitución de Andrés Julio Portes como administrador general de la Empresa de Distribución Eléctrica del Este (Edeeste) parece ser una muestra de que el presidente Luis Abinader no tolerará ruidos o dificultades en el sector eléctrico, especialmente en esa dependencia donde han habido inconvenientes.
Esa destitución es una señal clara de que el que se equivoque pagará el precio, pues muchos han sido los reclamos de la población pidiendo que rueden cabezas por los apagones de los últimos días.
El sector eléctrico es fundamental para el funcionamiento de un país, y como tal debe ser protegido del mal manejo y de paso evitar ruidos innecesarios.
La destitución de Portes es la segunda que realiza el mandatario en esa distribuidora, ya que en mayo del 2021 el gobernante quitó de la administración de Edeeste a Tomás Ozuna Tapia, aunque este luego alegó que pidió la reposición del puesto.
Ojalá el nuevo incumbente, colocado de manera interina, pueda dar pie con bola y comenzar a corregir las fallas en la empresa estatal, pues hace pocas semanas el Gobierno informó que destinaría recursos adicionales para mejorar en un 300 % su capacidad de resolver averías y mejorar el servicio eléctrico.