EHPLUS, ESPAÑA.- En un giro significativo, el precio anual medio de la electricidad en España para el año 2023 se situó por debajo de los 100 euros, marcando una tendencia a la baja que no se había experimentado desde 2020. Sin embargo, este alivio para los consumidores llegó después de un período prolongado de incrementos tarifarios, siendo el más significativo durante el último lustro, con el precio medio del megavatio-hora superando los 200 euros en 2022.
Este aumento continuo de las tarifas eléctricas ha tenido un impacto directo en el índice de precios al consumidor (IPC), contribuyendo a una inflación en esta categoría. ¿Por qué estos aumentos? La revalorización del gas natural, como un sustituto más limpio del carbón, y los máximos históricos del impuesto sobre el carbono son dos factores clave que han inflado las facturas de luz tanto en España como en otros países de la Unión Europea y a nivel mundial.
La dependencia energética de España presenta un desafío adicional. Aunque la energía proveniente de fuentes renovables y de centrales nucleares se considera más limpia y económica, su producción no es suficiente para satisfacer la demanda nacional. La alta dependencia de combustibles fósiles y las importaciones de energía de países vecinos como Francia o Argelia son características distintivas del panorama energético español.
Estos desafíos subrayan la necesidad de una mayor diversificación y desarrollo en el sector energético español, promoviendo el uso de fuentes renovables y reduciendo la dependencia de combustibles fósiles y de importaciones. La búsqueda de soluciones sostenibles se vuelve cada vez más urgente en un contexto de creciente conciencia ambiental y fluctuaciones en los precios de la energía a nivel global.
