La producción minera en Perú aumentó un 4.6% durante los primeros cinco meses de 2024, con un avance del 2.4% en mayo en comparación con el mismo mes de 2023, informó el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP).
El BCRP destacó un incremento significativo en la producción de estaño (92.1%), molibdeno (27.6%) y oro (16.3%) entre enero y mayo. Sin embargo, la producción de zinc cayó un 7%.
En mayo, la producción de oro creció un 4.5% interanual, impulsada por la mina Boroo Misquichilca y sus proyectos de optimización, así como por las minas Yanacocha y Poderosa, que aumentaron su procesamiento de mineral.
La producción de molibdeno también mostró un incremento notable del 22.7%, atribuible a la actividad de las mineras Southern, Antamina, Quellaveco y Constancia. La extracción de hierro subió un 20.7% gracias a la mayor producción de Shougang, mientras que el estaño creció por el mayor procesamiento en la mina Minsur.
Adicionalmente, la producción de plata y plomo creció un 21.9% y un 19.8%, respectivamente, debido a la mayor producción en la mina Buenaventura, asociada al reinicio de operaciones en la unidad minera Uchucchacua.
A pesar de este crecimiento en la producción formal, Perú enfrenta una crisis de seguridad debido a la minería informal, que ha incrementado la criminalidad en el país. Según el ministro de Energía y Minas, Rómulo Mucho, la minería ilegal ha pasado de representar el 20% de la extracción de oro en los últimos años a un 40%, impulsada por el aumento del precio del metal.
Este incremento de la minería ilegal ha provocado ciclos de violencia y devastación ambiental en varias regiones, especialmente en la Amazonía y la provincia de Pataz, en el departamento de La Libertad. En esta última, los ataques contra la minera Poderosa han causado la muerte de al menos 17 personas, lo que llevó al Gobierno a declarar el estado de emergencia en febrero pasado.
