La República Dominicana y Puerto Rico han retomado las conversaciones para concretar un proyecto de interconexión eléctrica que lleva más de tres décadas en estudio y que podría convertirse en una infraestructura clave para la transformación energética del Caribe.
La iniciativa contempla una capacidad estimada de 700 megavatios (MW), equivalente al 8-10% de la demanda eléctrica combinada de ambos territorios, y se desarrollaría mediante un cable submarino de aproximadamente 112 kilómetros, cuyo trazado se encuentra actualmente en evaluación ambiental.
El superintendente de Electricidad, Andrés Astacio, explicó a Energía Estratégica que la madurez técnica y económica de ambas economías ofrece el contexto adecuado para avanzar en la integración. “Ya las economías de República Dominicana y Puerto Rico son economías de tamaños similares”, señaló Astacio, al destacar que hoy existen las condiciones para llevar el proyecto a una fase concreta.
El funcionario considera que este desarrollo podría ser el primer paso hacia una red de interconexiones más amplia entre islas del Caribe, lo que permitiría mejorar la resiliencia, diversificar fuentes y fortalecer la estabilidad energética regional.
Integración y soberanía energética
Astacio subrayó que, además de la infraestructura, el avance del proyecto dependerá de marcos regulatorios sólidos y mecanismos jurídicos claros entre los Estados involucrados. “Todo comienza y todo termina con la regulación”, afirmó durante su intervención en el III Foro de Reguladores, recordando que ningún Estado está dispuesto a ceder su soberanía energética, por lo que el equilibrio entre integración y autonomía será clave para el éxito de la iniciativa.
Actualmente, la interconexión con Puerto Rico no figura en el Plan Energético Nacional 2036 de República Dominicana. Sin embargo, el superintendente anticipó que, si se registran avances significativos, el plan podría ajustarse en 2031 para incluir el proyecto dentro de las metas estratégicas del país.
Tecnología y almacenamiento: factores determinantes
El funcionario señaló que el desarrollo de tecnologías de almacenamiento eléctrico a gran escala será esencial para viabilizar la integración regional, especialmente frente a la variabilidad de la generación renovable. “Estamos tratando de darle impulso a la penetración de almacenamiento de electricidad de forma tal que podamos darle más resiliencia a nuestras redes eléctricas”, expresó.
Este componente resulta esencial para equilibrar la alta generación solar diurna con la demanda nocturna, dentro de la estrategia de transición energética impulsada por el gobierno dominicano.
Visión regional y cooperación energética
Durante su participación en la X Semana de la Energía, celebrada en Santiago de Chile, Astacio destacó el valor del encuentro como espacio de cooperación regional. “El evento es un buen momento para que todos los países de la región nos sentemos, reflexionemos y compartamos experiencias”, dijo, al resaltar que la energía debe ponerse “en favor de la calidad de vida”.
En cuanto al pacto de descarbonización que impulsan los países de Centroamérica y el Caribe, el superintendente valoró el consenso técnico y político alcanzado: “Todos estamos muy alineados en lo que entendemos que es lo mejor para nuestro pueblo. Estamos poniendo aparte cualquier diferencia ideológica y le estamos dando prioridad al futuro que estamos construyendo”, afirmó.
Un proyecto con impacto regional
De concretarse, la interconexión aportaría beneficios en seguridad, eficiencia, sostenibilidad y estabilidad del sistema eléctrico regional, además de sentar las bases para una red eléctrica caribeña con mayor capacidad de respuesta ante eventos climáticos o interrupciones.
Astacio lo definió como un proyecto disruptivo, tanto para República Dominicana y Puerto Rico como para el conjunto del Caribe: “Este proyecto va a ser disruptivo para nuestros países y probablemente para toda nuestra región”, concluyó.
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