EHPLUS, INTERNACIONAL.- Tras una pausa de dos años debido el embargo internacional que pesa sobre el país y pese a los esfuerzos de Estados Unidos y sus aliados por bloquear sus ventas de hidrocarburos al exterior, Rusia retomó las exportaciones de crudo a Brasil, según los datos informados por la aduana brasileña.
El pasado mes, el país sudamericano importó desde Rusia 84.400 toneladas de crudo por un valor de US$48 millones, la mayor entrega desde junio de 2010, cuando Moscú suministró a Brasil 117,800 toneladas, y la primera desde agosto de 2021, cuando exportó a la nación latinoamericana 42,100 toneladas por US$16.6 millones.
En lo que respecta a los derivados de petróleo, las exportaciones rusas con destino a Brasil disminuyeron un 22% intermensual en términos de volumen, hasta 717,300 toneladas en septiembre; y un 13% en términos de valor, hasta los US$ 593.8 millones luego que el Gobierno ruso impusiera una prohibición a la venta de gasolina y diésel al exterior.
Rusia anunció hace dos semanas la suspensión de sus exportaciones de gasoil y diésel por tiempo indefinido, justo en momentos en que los inventarios del combustible se encuentran en niveles bajos en algunos de los principales mercados del mundo, prohibición que afecta particularmente al Brasil, que incrementó sustancialmente sus compras de gasoil ruso en el último tiempo, las que este año llegaron a representar hasta el 70% de sus importaciones totales del combustible.
En lo que va del 2023, el 35.8% de las importaciones de gasoil en Brasil provinieron de Rusia, lo que representa tradicionalmente entre el 20% y el 30% de todo el gasoil que el país consume y que es utilizado en gran medida por el sector agropecuario.
Las ventas rusas comenzaron en febrero y fueron escalando, superado en abril a Estados Unidos y México debido en buena medida a los descuentos que aplica Moscú. Por su parte, la petrolera estatal Petrobras anunció que prevé instalar 11 nuevas plataformas hasta 2027 para producir petróleo y gas natural en la capa presal, que se extiende sobre el lecho marino a unos 250 kilómetros de las costas de Rio de Janeiro, plan caracterizado por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva como un esfuerzo de US$64,000 millones por alcanzar el autoabastecimiento energético, pese a la críticas de los ambientalistas.
Desde diciembre de 2022, la petrolera ha puesto en producción dos nuevas instalaciones en la región y planea iniciar la operación de una tercera a fines de este año. Según la compañía, con los nuevos proyectos y las instalaciones en funcionamiento, la petrolera prevé una producción de 3.1 millones de barriles equivalentes de petróleo por día (boed) en 2027, de los cuales 2.4 millones provendrán del presal, en los pozos bajo control total de la firma, que representa el 78% de la producción total.
En el caso de la producción operada por Petrobras en sociedad con otras empresas, el volumen producido en el presal podría alcanzar los 3.6 millones de boed en 2027. Según la empresa, el campo Buzios, el mayor campo de aguas ultraprofundas del mundo, ha mostrado excelentes resultados.
En junio, el campo alcanzó una producción acumulada de 1,000 millones de barriles equivalentes de petróleo, apenas cinco años después de su entrada en operación.
Fuente: El Obsevador.
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