EHPLUS, INTERNACIONAL.- Los combustibles fósiles se convirtieron en el epicentro de la controversia y debate en el COP28. El secretario de la ONU no se quedó atrás.
Promesas de la industria de los combustibles fósiles en la COP28 se quedan cortas, dice el secretario general de la ONU, Antonio Guterres.
Antonio Guterres desde su posición como Secretario General de la ONU, desaprueba las promesas presentadas por la industria de petróleo y gas durante la COP28. Terminó argumentando que estas medidas quedan cortas para abordar la crisis climática de manera significativa.
Guterres enfatiza que, si bien el compromiso de reducir las fugas de metano de los oleoductos hasta el 2030 es un avance positivo, no se enfrenta al verdadero desafío: la eliminación de emisiones derivadas del consumo de combustibles fósiles. La importancia del metano como un gas de efecto invernadero potente y su papel en el calentamiento global subrayan la insuficiencia de las acciones propuestas.
El Secretario General de la ONU considera a las compañías de petróleo y gas como los “gigantes detrás de la crisis climática”. Indicó en la COP28 que las promesas carecen de claridad sobre cómo lograr las emisiones netas cero para el 2050. Además, explica que es una meta esencial según los objetivos del Acuerdo de París.
Lavado verde
Guterres hace un llamado a la eliminación gradual de los combustibles fósiles para limitar el calentamiento global a 1,5 grados, advirtiendo sobre el peligro del “lavado verde”, que implica la promoción engañosa de prácticas supuestamente ecológicas.
Alertas Tempranas para Todos
Además, durante la COP28 se aborda la Iniciativa de Alertas Tempranas para Todos, una estrategia para proteger a las poblaciones de riesgos climáticos. Sin embargo, se destaca que a pesar del progreso en la implementación de sistemas de alerta temprana, aún hay carencias significativas en varios países. Esta situación demuestra la necesidad urgente de actuar para salvar vidas y medios de subsistencia.
El informe presentado destaca avances, pero subraya la insuficiencia en la protección contra fenómenos climáticos extremos, particularmente en regiones como África, el Pacífico y América del Sur, donde persisten lagunas importantes en las observaciones meteorológicas necesarias para mejorar la predicción y la prevención de desastres.
