EH PLUS, SANTO DOMINGO.- El sistema eléctrico dominicano ha registrado importantes cambios disruptivos en los últimos años, entre ellos la diversificación de la matriz energética y la entrada de nuevas centrales eléctricas al Sistema Eléctrico Interconectado por lo cual, actualizar la Ley General de Electricidad 125-01 se ha tornado obligatorio, debido a que la existen no está acorde a los tiempos que vive el país.
La modernización del parque generador con la inclusión de nuevas tecnologías y combustibles, así como medios de transporte para estos mismos son otros de los avances importantes que se destacan en el sector eléctrico. De acuerdo con el superintendente de Electricidad, Rafael Velazco, las autoridades están trabajando en la actualización de la ley, especialmente en el desarrollo total de las energías renovables.
“Uno de los puntos importantes que estamos tratando de forma directa es la expansión y mejoramiento del sistema de transmisión eléctrico interconectado, con el objetivo de permitir una mayor inversión privada, aunque la propiedad siga siendo estatal, tal y como manda la propia ley y como las actuales autoridades están convencidas que debe ser”, agregó.
En cuanto a esa inversión privada que mencionó Velazco, se destaca que la nueva Ley de Alianzas Público Privadas (APP), es una herramienta que se está utilizando para viabilizar fondos en aras de obtener los resultados de una red de transmisión más eficiente, moderna y con mayor capacidad de transporte.
Velazco aclaró que la Superintendencia de Electricidad cumpliendo con su rol de independencia, se encuentra enfrascada en dicha misión, ejerciéndola a capa y espada contra todos los intereses y/o sectores que pudieren pensar que no es así.
“En ese sentido, la SIE y su Consejo han demostrado hablar por resoluciones debidamente respaldadas con los argumentos técnicos y regulatorios necesarios en cada caso, evitando las polémicas en las que, como regulador, no nos corresponde ser partícipes”.
Hizo hincapié en que la SIE está jugando el papel que le corresponde como regulador independiente del sector, velando por el cumplimiento de la normativa vigente y con la apertura suficiente para, como un regulador moderno, ser flexible en aquellos casos en los cuales la realidad del mercado amerita actualizaciones o mejoras. “Por último, aunque no me gusta decirlo es la realidad, somos en última instancia una especie de policía eléctrica dentro del sistema energético nacional”, destacó.
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