EHPLUS, INTERNACIONAL.- Para 2030, casi todas las centrales eléctricas de carbón del mundo podrían ser sustituidas por energía fotovoltaica, eólica y baterías. La transición también será económicamente beneficiosa.
Según AZERTAC, esto se desprende de un estudio titulado “A Profitable Transition from Coal to Renewable Energy” (Una transición rentable del carbón a las energías renovables), según el cual el cierre de alrededor del 90% de las 2.500 centrales eléctricas de carbón que se calcula que hay en todo el mundo aportaría importantes beneficios a la causa de la protección de la naturaleza. Como resultado, en 2030 podría reducirse alrededor del 25% de las emisiones de dióxido de carbono del sector energético perjudiciales para la atmósfera.
El estudio estima que la energía solar y la eólica son las más baratas.
Los investigadores sugieren que la sustitución de las centrales eléctricas de carbón será económicamente viable en casi todos los países del mundo. El hecho es que la generación de energía solar y eólica es más barata que la de carbón en casi todos los países. En los países de la UE, la electricidad procedente de fuentes renovables puede producirse actualmente a un precio de unos tres o cuatro céntimos por kilovatio-hora. Por término medio, el coste de producir electricidad a partir del carbón en la UE es unas tres veces superior.
En otros países, como China o India, la energía de carbón es más barata, pero el rendimiento de los sistemas fotovoltaicos también es mayor, debido al mayor número e intensidad de días soleados. Así pues, cerrar las centrales de carbón sería beneficioso en casi todas partes. En concreto, unas 2.300 de las 2.500 centrales de carbón que hay en todo el mundo podrían sustituirse de forma rentable.
Los investigadores llegaron a la misma conclusión para casi todos los más de 70 países estudiados: cerca de 1.200 centrales de carbón en China, así como en India (274), EE.UU. (202) y Polonia (43).
El presidente de la COP28 de la Cumbre Mundial sobre el Clima, el sultán Ahmed Al Jaber, pide que se ahorren 22 gigatoneladas de CO2 al año para mantener a nuestro alcance el objetivo mundial de 1,5 grados.
Sustituyendo las centrales eléctricas de carbón fósil por energías renovables, según los autores, podrían ahorrarse cerca de diez gigatoneladas de CO2 al año, lo que equivale aproximadamente a una cuarta parte de las emisiones procedentes de la generación de electricidad. A lo largo de 30 años, la transición generaría unos beneficios de casi seis trillones de euros en todos los países.
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