Lo que primero fue una propuesta y luego una primera instancia de negociaciones con el parlamento europeo, terminó aprobándose el pasado 14 de febrero con 340 votos a favor, 279 en contra y 21 abstenciones.
Si bien es bastante claro que en marzo, cuando deba reglamentarse la ley, probablemente el resultado sea el mismo, y fabricar automóviles eléctricos sea lo más conveniente para la industria, el texto aprobado por el parlamento el pasado martes es en realidad una confirmación del camino hacia un continente sin emisiones contaminantes, y no una prohibición de fabricar motores de combustión interna como se ha promocionado masivamente.
En efecto, la directiva que se presentó a consideración del parlamento europeo, especifica la terminología de “fuentes de energía renovables” para el uso de carburantes líquidos y gaseosos renovables de origen no biológico y de combustibles de carbono reciclado.
Esto, en pocas palabras, deja abierta la puerta para que fabricantes como Porsche continúen su desarrollo de los conocidos e-fuels o combustibles sintéticos, porque entran dentro de los carburantes de origen no biológico, y también incluye al hidrógeno, sea en estado líquido o gaseoso.
Fuente: Infobae
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