El precio de la electricidad en España experimentó un fuerte repunte el 30 de abril de 2025, justo dos días después del gran apagón que afectó al país. Según cifras del Operador del Mercado Ibérico de la Electricidad (OMIE), el megavatio hora (MWh) se pagó a 31.87 euros, lo que representa un aumento del 450% en comparación con el día anterior, cuando se cotizaba a 5.79 euros/MWh.
A pesar del llamativo encarecimiento, el precio sigue siendo considerablemente inferior al registrado en el mes de febrero, cuando la tarifa mayorista superó con frecuencia los 130 euros. Por ejemplo, el 4 de febrero el mercado marcó un pico de 143.39 euros/MWh, y el 6 de febrero, 138.60 euros/MWh. Incluso, en ese mes, los precios no bajaron de los 100 euros durante gran parte de los días.
Este comportamiento resalta la volatilidad del mercado eléctrico mayorista, donde los precios se determinan por la oferta y demanda entre generadores y comercializadoras. Es importante destacar que el precio mayorista no es lo mismo que el precio que paga el consumidor final, ya que las empresas comercializadoras suman costes de distribución, mantenimiento de red, comercialización e impuestos.
Para ilustrarlo con un ejemplo práctico: si el mercado mayorista fija un precio de 50 €/MWh, y la comercializadora añade 20 €/MWh en costos y 30 €/MWh en impuestos, el consumidor final terminará pagando 100 €/MWh en su factura.
A pesar del repunte puntual tras el apagón, la tendencia general desde febrero ha sido de descenso continuo. El precio máximo registrado el 30 de abril fue de 117.01 euros, una cifra que, aunque elevada, sigue muy por debajo del máximo de 240 euros/MWh alcanzado el 4 de febrero.
Este fenómeno demuestra que, aunque las subidas abruptas como la del 30 de abril pueden generar alarma, deben analizarse en el contexto de fluctuaciones propias del mercado energético. Actualmente, el precio mayorista es hasta un 60% más barato que hace solo dos meses, lo cual se traduce en cierto alivio para los consumidores, al menos en el corto plazo.