Principales retos que enfrentan las energías renovables en RD

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Negocios & Mercados


Las energías renovables han experimentado un crecimiento importante en los últimos años en República Dominicana, logrando aportar 13.80 GWh, lo cual representó el 18.68% de la demanda de energía, el pasado 23 de junio, cuando se produjo la mayor participación de las centrales con fuentes renovables, de acuerdo con datos del Organismo Coordinador.

Más allá de su aporte en términos cuantitativos, la producción de energía con fuentes renovables contribuye con el cumplimiento de los objetivos de reducción de la huella de carbono y facilita el camino del país hacia la transición energética.

De acuerdo con la Asociación Dominicana de la Industria Eléctrica (ADIE), en julio de 2023, el sistema eléctrico dominicano contaba con unos 1,058 MW de energía renovable no convencional a gran escala en operación, de los cuales 413 MW son eólicos, 615 MW solar fotovoltaicos y 30 MW con base en biomasa.

Según la ADIE, en el primer semestre del 2023, la energía fue abastecida en el Sistema Eléctrico Nacional Interconectado (SENI) por las siguientes fuentes primarias: gas natural 41%, carbón 31%, derivados de petróleo 12%, agua 5%, biomasa 1%, viento 5% y sol 5%.

Para finales de 2023, la Asociación para el Fomento de las Energías Renovables (Asofer), estima que República alcance una capacidad instalada de 1,145 MW.

Mientras, para el 2024, la ADIE espera que se incremente la capacidad de producción en unos 700 MW adicionales a los que existen en la actualidad.

De acuerdo con la Comisión Nacional de Energía (CNE), durante el período 2020-2023, el Poder Ejecutivo ha otorgado 34 concesiones definitivas para la construcción y explotación de obras eléctricas a partir de fuentes primarias de energías renovables y biocombustibles (combustible sintético).

Otro dato a destacar, es que ofrece el boletín Climatescope de la revista norteamericana Bloomberg, donde establece que, en noviembre de 2022, República Dominicana fue el quinto destino más atractivo para inversión en energías renovables entre todos los países de América Latina.

Desafíos

La creciente penetración de las energías renovables ha logrado desacelerar la expansión de la capacidad instalada basada en recursos fósiles e importados.

Sin embargo, República Dominicana continúa enfrentando importantes desafíos para que las energías renovables continúen creciendo.

Para conocer los principales retos que tiene el país para una mayor integración de las renovables, Negocios y Mercados conversó con el director ejecutivo de la CNE, Edward Verás; el vicepresidente ejecutivo de la ADIE, Manuel Cabral, el presidente de la ASOFER, Marvin Fernández y el director del Proyecto Transición Energética de la GIZ, Clemens Findeisen.

Entre los principales retos que destacan los actores clave del sector eléctrico, está la actualización del marco regulatorio, la ampliación de las redes de transmisión y el acondicionamiento de las inversiones de proyectos de energías renovables a nueva la actualización del Plan Energético Nacional.

También, señalaron la celebración de licitaciones para adjudicación contratos largo plazo; la planificación y el uso de baterías para el almacenamiento, la aprobación de la regulación adecuada para fomentar la reserva fría, los estudios de penetración de energía fotovoltaica en las redes de distribución y la falta de medidores de energía convencionales y bidireccionales.

Para el director ejecutivo de la CNE, el desafío más importante que tiene el país, desde el punto de vista regulatorio y de operación en materia de energía renovable, es la obtención de una infraestructura de transmisión que permita la inyección de toda la energía renovable que se estará produciendo en los próximos años.

“Para lograr nuestro objetivo de abastecer el 30% de la demanda con energías renovables al 2030, se deben realizar las debidas adecuaciones tanto técnicas como regulatorias, con miras a garantizar una mayor integración”, resaltó Verás.

De su lado, el vicepresidente ejecutivo de la ADIE, entiende que, para República Dominicana, es vital contar con una planificación integral del sistema de las políticas públicas, enfocada en continuar desarrollando el sector eléctrico, de acuerdo con el crecimiento de la demanda, la cual se mantiene en promedio en un 4% anual.

“Otro de los cambios normativos que se esperan para una mayor incorporación de las energías renovables, es la integración de baterías que permitan ofrecer servicios auxiliares en el sistema, ya que esto mejorará los niveles de confiabilidad y seguridad del SENI”, destacó Cabral.

Mientras, el presidente de la ASOFER sostuvo que para que las energías renovables sigan avanzando en el segmento de la generación distribuida, se requiere una actualización del marco regulatorio que permita una mayor integración renovable.

Fernández calificó como “preocupante” la creciente escasez de inventario de los principales equipos básicos que requieren las Empresas Distribuidoras de Electricidad (EDES) para operar, distribuir y comercializar la energía que sirve a la población, así como lograr el cierre del ciclo comercial (leer, facturar y cobrar), bajo altos estándares de calidad.

Para los proyectos de medición neta que sean con y sin inyección a la red, tanto dentro del SENI, como los sistemas aislados», dijo Fernández.

Además, hizo hincapié en que se requieren más recursos humanos, equipos y materiales, para que podamos dar cumplimiento a los plazos y haya mayor transparencia en el proceso de interconexión.

Para el director del Proyecto Transición Energética de la GIZ, aunque República Dominicana es un país muy atractivo para la inversión extranjera, aún existen oportunidades de mejora en ese sentido.

Findeisen, entiende que, pese a las oportunidades de mejora, el país está entre los que tienen los mejores incentivos para desarrollar las energías renovables.

Esto, a través de la Ley 57-07 y su reglamento de aplicación del establecimiento de un marco jurídico claro, lo cual es vital para que continúen llegando las inversiones extranjeras.

“Pero ya se está trabajando en seguir robusteciendo la inversión extranjera, con el apoyo de muchos actores, incluyendo al Proyecto Transición Energética de la GIZ”, sostuvo Findeisen.

Futuro de las renovables en los próximos 10 años

En los últimos 10 años, la industria de la energía renovable en República Dominicana ha registrado un gran crecimiento, gracias a la instalación de diferentes empresas que producen energía eólica, solar, biomasa e hidráulica.

Así lo planteó el director ejecutivo de la CNE, Edward Verás, quien aseguró que, hoy en día, el país está en “el boom de las renovables” gracias a que existen muchas concesiones y se han suscritos contratos PPA (Acuerdo de compra de energía) para garantizar las inversiones de los proyectos.

De acuerdo con Verás, en los próximos 10 años, el ingreso masivo de las energías renovables resulta  impostergable para poder cumplir los compromisos asumidos en materia energética y ambiental.

“Sobre la base de las concesiones otorgadas por CNE, se visualiza una tendencia más promisoria en la explotación a gran escala de la tecnología solar fotovoltaica”, destacó el funcionario.

Verás explicó que el uso de almacenamiento con baterías (BESS por sus siglas en inglés) jugará un rol fundamental para que el SENI pueda soportar el ingreso masivo de dichas tecnologías.

Sin embargo, para el presidente de la Asofer, a pesar del gran crecimiento que están experimentando las renovables, su nivel de penetración sigue muy por debajo del establecido para cumplir con la meta de llegar al 25% de generación con fuentes renovables al 2025 y 32% al 2030.

Fernández sostuvo que el país está en un momento histórico, por lo que entiende que, desde la regulación, es momento de armonizar, actualizar y seguir apostando al crecimiento de las renovables.

“Esto se logra introduciendo y facilitando la implementación de innovaciones tecnológicas que permitan aumentar el autoabastecimiento energético con seguridad, calidad y continuidad, tanto en el SENI, como en Sistemas Aislados”, especificó.

El presidente de la Asofer destacó que, si se ejecuta y actualiza anualmente el Plan Energético Nacional en función de las necesidades de oferta y demanda del mercado, se eliminaran todas las barreras injustificadas que tiene la regulación actual y las energías renovables registran un crecimiento importante.

De su lado, Findeisen vislumbra que en los próximos 10 años el país tendrá una matriz energética dominada por las renovables.

Esto implica que la energía eólica y la solar proporcionarán la mayor parte de la energía que demande República, con una variabilidad que será controlable mediante el almacenamiento.

“El servicio de pronósticos juega un papel importante también en la integración y variabilidad de las renovables, servicio con el que ya cuenta el Organismo Coordinador del SENI, desde el 2020, el que también apoyó de la GIZ”, sostuvo Findeisen.

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