Durante el paso de la tormenta tropical Melissa por la República Dominicana, el sistema de distribución eléctrica mantuvo una estabilidad sin precedentes, registrando un promedio nacional de 98 % de abastecimiento y una demanda servida total de 2,382 megavatios, según informó el Consejo Unificado de las Empresas Distribuidoras de Electricidad (CUED).
En conjunto, las tres empresas distribuidoras reportaron solo 24 circuitos fuera de servicio durante el período crítico del fenómeno, una cifra mínima comparada con eventos anteriores de menor intensidad. De los 592 circuitos que conforman el sistema nacional, apenas un 4.05 % resultó afectado, lo que significa que el 95.95 % de la red se mantuvo operativa en todo momento. “Este comportamiento, inédito en medio de un fenómeno atmosférico, refleja el avance en resiliencia y capacidad de respuesta del sistema eléctrico dominicano, fruto de una gestión más planificada, preventiva y coordinada entre las empresas distribuidoras,” declaró Celso Marranzini, presidente del CUED.
Gestión preventiva y coordinación técnica
La empresa Edesur atendió una demanda promedio de 731.3 MW, con apenas 6.5 circuitos fuera de servicio. Su plan de contingencia incluyó patrullajes preventivos y la movilización anticipada de brigadas en los municipios con mayor exposición a vientos y lluvias.
Por su parte, Edeeste registró una demanda promedio de 938.8 MW, con 10.2 circuitos afectados. Los principales incidentes se concentraron en Boca Chica, La Romana y San Pedro de Macorís, donde los equipos técnicos lograron restablecer el servicio en tiempo récord.
Mientras tanto, Edenorte mantuvo el suministro en 712.5 MW de demanda promedio, con 7.5 circuitos fuera de servicio, principalmente en las provincias Duarte y Hermanas Mirabal, donde la energía fue restablecida en cuestión de horas.
Resiliencia y modernización del sistema
Los registros históricos indican que nunca antes un evento atmosférico había transcurrido con un nivel tan alto de estabilidad eléctrica. Las cifras reflejan una mejoría sustancial en la gestión preventiva y operativa de las distribuidoras, las cuales ahora operan con protocolos unificados de respuesta ante emergencias, supervisión satelital de redes y sistemas automatizados de reposición.
Marranzini adelantó que los resultados del desempeño durante la tormenta serán documentados como modelo de resiliencia operativa, con el objetivo de mantener la estabilidad energética incluso frente a fenómenos de gran magnitud.
“Vamos a evaluar los resultados para fortalecer los mecanismos de respuesta del sistema. Este desempeño demuestra que las inversiones y la planificación están dando frutos”, concluyó el presidente del CUED.
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