Históricamente, la matriz energética de la República Dominicana ha estado compuesta por plantas de generación térmicas e hidroeléctricas, sin embargo, desde hace más de una década el país avanza en una apuesta inminente hacia la producción de energía renovable para reducir sustancialmente la dependencia a combustibles fósiles como el carbón, el petróleo y el gas, responsables de más del 75 % del total de emisiones de gases globales de efecto invernadero y cerca del 90 % de todas las emisiones en dióxido de carbono. Desde EHPLUS analizamos las oportunidades que representa la energía eólica en el país.
Con la mirada puesta en cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible adquiridos con la Organización de Naciones Unidas para el 2030 (ODS30) y otros compromisos climáticos internacionales alineados al Acuerdo de París, el país orienta muchos de sus esfuerzos para lograr una pronta transición a las energías renovables, prestando importante atención a la generación de energía eólica, producida mediante el uso de aerogeneradores o molinos que, impulsados por el viento, convierten la energía cinética del mismo, en energía mecánica, la cual a su vez, es transformada en electricidad.
Si bien la posición geográfica de República Dominicana la hace vulnerable al paso inminente de tormentas tropicales, esta misma ubicación hace que el viento sea excelente proveedor y fuente de energía especialmente en la zona sur, en donde se encuentran siete de los nueve parques eólicos existentes en el país. De acuerdo con el Atlas Eólico, contamos con cerca de 1,500 kilómetros cuadrados (cerca del 3% del territorio nacional) clasificados como buenos y excelentes para producir energía limpia e inagotable, impulsada por molinos.
De cara a lo que hace varios años atrás parecían proyectos ambiciosos para un país con un débil sistema energético, y dependiente de las importaciones de petróleo y sus derivados, hoy, casi 12 años después de la puesta en marcha del primer parque eólico en suelo nacional, la realidad es muy diferente y bastante prometedora, en concordancia al objetivo de la creación, en el 2007 de la Ley 57-07, de incentivar la inversión de proyectos renovables, específicamente solar, eólico y de biomasa que han ayudado al fortalecimiento de la matriz energética local, sumado a la coyuntura internacional en la que los precios para el desarrollo de proyectos de carácter renovable han presenciado una notable reducción permitiendo la factibilidad de los mismos.
Teniendo en cuenta el Plan Energético Nacional 2022-2036 presentado por el Gobierno Nacional, y elaborado por la Comisión Nacional de Energía por mandato de la ley General de Electricidad No 125-01, y como lo cita el documento oficial, “este es una herramienta integral para la toma de decisiones del Poder Ejecutivo en el mediano y largo plazo, y establece condiciones que permiten el fortalecimiento del marco jurídico e institucional, para asegurar un suministro confiable seguro y de calidad y que propicie la transición y sostenibilidad energética”.
En este sentido, Edward Veras, director ejecutivo de la Comisión Nacional de Energía, ha sido insistente en expresar que República Dominicana logrará su independencia energética cuando, en una proporción considerable, la demanda del mercado nacional sea cubierta por energías renovables.
“Necesitamos encaminar todos los esfuerzos en el aprovechamiento de los recursos naturales y los residuos sólidos urbanos, y continuar diversificando nuestra matriz, así como proveer de herramientas al sistema para tener un suministro energético seguro, confiable y accesible para todos. El país solo cumplirá con sus compromisos de cubrir un 30 % de la demanda con energía renovable para el 2030 y el 40 % para el 2040, con el debido aprovechamiento de los recursos naturales propios, y donde el uso del viento como materia prima para la energía eólica juega un papel determinante en estas proyecciones”, aseguró el directivo.
Actualmente el país cuenta con 19 proyectos de energía renovable que producen 728 megavatios por fuentes primarias-sol, viento y residuos naturales- de los mismos, 9 corresponden a energía eólica que generan 393 MW. La estrategia nacional en materia energética supone un crecimiento exponencial mayor a de los últimos años tal como lo indican las fuentes oficiales.
“Las proyecciones son muy positivas, en este momento hay 13 proyectos eólicos con concesión definitiva, que en su capacidad concesionada total alcanzarán los 673.25 MW, muchos de estos ya en fases de construcción, lo que significa que para un futuro próximo el propósito del país de avanzar y e ir reduciendo la dependencia a las fuentes de hidrocarburos”, insistió Veras.
Por su parte, al cierre del 2022, la Superintendencia de Electricidad (SIE) publicó una serie de resoluciones que podrían dar lugar a la construcción de nuevos proyectos de energías renovables en este año, recomendando a la Comisión Nacional de Energía (CNE) otorgar la concesión definitiva de 325 MW solares y aprobar la modificación de la concesión de unos 50 MW eólicos.
Ante este escenario, el pasado mes de enero la Empresa de Generación Hidroeléctrica Dominicana EHEGID dio luz verde al lanzamiento de licitaciones para el diseño de dos proyectos eólicos: proyecto Eólico Tierra Nueva en Jimani y el Proyecto Eólico Brazo Derecho en Valverde. Eso como parte de su master plan de aumentar su oferta de generación eléctrica.
GRANDES TURBINAS, GRANDES APORTES
Bajo el compromiso del estado de tener, como proyecto país sostenible en el tiempo, un sistema energético robusto que responda a las necesidades económicas, y logrando que este sistema se encuentre alineado con los propósitos de protección medioambiental, es que cada inversión para producir energía limpia representa nuevas esperanzas para el sector.
En este escenario, grandes jugadores de la industria como CEPM, EHE GAINA, Grupo Energético 23, por mencionar algunos, continúan invirtiendo y desarrollando ambiciosos proyectos en tierras dominicanas, con resultados fructíferos para sus activos como para el país.
Es el caso de CEPM, quien fuera la empresa pionera en realizar los estudios de viento del país y en invertir en energía eólica en RD, -inaugurando en el 2011 el Parque Eólico Quilvio Cabrera-, a través de los años, ha continuado ampliando el campo de generación a través de fuentes renovables con proyectos que contribuyen con la sostenibilidad y cuidado del medio ambiente, como la reciente compra por parte de InterEnergy Group, casa matriz de la compañía, la cual adquirió en 2021 el Parque Eólico Matafongo, tras una inversión que sobrepasa los 50 millones de dólares, en una clara muestra de su compromiso con el programa CEPM Zero, cuyo objetivo es convertirse en una de las primeras empresas eléctricas cero emisiones y 100% renovable del mundo.
“Tenemos el firme compromiso de garantizar a nuestros clientes el uso de energía 100% renovable, contribuyendo de forma tangible y concreta con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de los que somos signatarios,” aseguró Rolando González Bunster, presidente de InterEnergy Group.
En este mismo orden, el Grupo Energético G23 -de capital dominicano- junto STOA, el brazo de inversión en Energía Renovable e Infraestructura de la administradora de Fondos de Pensiones del gobierno francés, inyectaron a la empresa de energía renovable Poseidón, USD$ 128 millones para el financiamiento, desarrollo y gestión de la segunda fase del parque Los Guzmancito, ubicado en Puerto Plata y que a la fecha ya está en avances de construcción. Lo que se traduce en 96 MW más y 13 turbinas adicionales de las 16 ya existentes en la primera parte del proyecto.
“Poner en marcha estas nuevas turbinas duplicará la generación de energía limpia del parque, convirtiéndolo en el más productivo del país. Además, durante el periodo de construcción de esta segunda fase, se han generado miles de empleos, reactivando la economía local, así mismo como sucedió durante la edificación de la primera etapa”, afirmó Ernesto Armenteros cuando se le preguntó por el impacto de esta importante expansión.
Un panorama alentador, teniendo en cuenta que gracias a las políticas públicas impulsadas por el gobierno nacional se han desatado importantes inversiones que vienen a acelerar la expansión de la red energética eólica en República Dominicana y provocando que la generación de energía convencional se reduzca de manera significativa en su aportación al sistema eléctrico.
–Los Cocos. Inaugurado en 2011, ubicado en Pedernales Primera central a partir de energía eólica. Tiene capacidad total 77.2 MW 14 arogeneradores 52 mw 26 molinos. Desde su entrada su primera y segunda fase ha inyectado 1885 GWH de energía.
Quilivo Cabrera. Inaugurado en 2011 por CEPM, contando con 5 molinos, u una capacidad instalada 8.25MW. Mantiene un acuerdo de venta de energía y gestión del parque junto a EHE HAINA
Larimar I. Inaugurado en marzo 2016. Ubicado en Barahona. Posee 5 aerogeneradores con capacidad de 3,3 MW, para un total de 49,5 MW. Desde su puesta en operación en 2020 ha inyectado 877,2 GWH de energía.
Larima II. Inaugurado en diciembre 2018, ubicada en Barahona, cuenta con 14 generadores y producción de 3,45 MW para una capacidad total de 48,3. Desde su entrada en operación hasta el 2020 ha inyectado 283,52 GWH de energía
Parque Agua Clara. Ubicado en Montecristi, inaugurado abril de 2019, con 25 generadores de 2MW, que suman 50 MW. A inyecto al SENI 274,15 GWH
Matafongo. Ocupa 4millones de metros cuadrados en la provincia de Peravia, consta de 17 aerogeneradores, inaugurado en junio 2019, suma al sistema hasta 160,23 GWH de energía.
Parque Guanillo. Puesto en marcha en 2019, se encuentra en Montecristi, con 25 generadores, de 2,1 MW para alcanzar capacidad conjunta de 50 MW.
Parque Los Guzmancito. Inaugurado 8 diciembre de 2019 en la provincia de Puerto Plata, cuenta con 16 aerogeneradores en su primera etapa.
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