Rolls-Royce Motor Cars ha presentado la Phantom Centenary Private Collection, una edición limitada de solo 25 vehículos que conmemora los 100 años del nombre Phantom, reconocido mundialmente como el símbolo definitivo del éxito y el lujo sin compromisos.
Esta colección se describe como la obra de arte más compleja y ambiciosa en términos tecnológicos jamás emprendida por la división Bespoke de Rolls-Royce, resultado de más de 40,000 horas de trabajo artesanal. El modelo base, el meticulosamente diseñado Phantom VIII, se convierte en un lienzo narrativo que cuenta la historia de su legendario antecesor a través de técnicas nunca antes vistas en la marca.
Un siglo de historias en cada detalle
La colección rinde homenaje a las figuras clave, los modelos significativos, los viajes formativos y los momentos históricos que definieron al Phantom desde 1925. La narrativa se teje a través de 77 motivos dibujados a mano que se plasman en el vehículo mediante una mezcla de técnicas tradicionales y avanzadas.
Chris Brownridge, Director Ejecutivo de Rolls-Royce Motor Cars, destacó que este modelo “reafirma el estatus de Phantom como un símbolo de ambición, posibilidad artística y trascendencia histórica”.
Elegancia con toques de oro sólido
El diseño exterior evoca la elegancia atemporal de la época dorada de Hollywood.
- Pintura Bespoke: El vehículo está terminado en un acabado de dos tonos, Super Champagne Crystal sobre Arctic White (lateral) y sobre Black (parte superior). El brillo metálico se logra infundiendo el barniz con partículas iridiscentes de cristal triturado, dobladas para esta edición.
- Spirit of Ecstasy en Oro: La icónica estatuilla ha sido reinterpretada a partir del primer molde de 1925, fundida en oro sólido de 18 quilates y bañada en oro de 24 quilates. La base luce esmalte vítreo blanco con el sello especial ‘Phantom Centenary’ grabado en la London Hallmarking & Assay Office.
- Insignia de Oro: Por primera vez, el emblema ‘RR’ está presentado en oro de 24 quilates y esmalte blanco.
Textiles de alta costura y marquetería 3D
La cabina es donde el legado del Phantom cobra vida, utilizando lienzos, maderas, metales y cueros para contar la historia:
- Asientos Traseros Tapiz (Tapestry): Inspirados en el famoso Phantom de 1926 ‘Phantom of Love’, los asientos traseros combinan textiles impresos en alta resolución (con artefactos de la historia de Rolls-Royce) y elaborados bordados que representan a siete propietarios icónicos.
- Esta compleja tela fue desarrollada en colaboración con un atelier de moda, marcando su primera comisión fuera de la alta costura.
- El bordado utiliza más de 160,000 puntadas para crear un efecto de “boceto con hilo”, simulando la línea de un lápiz flotando sobre la superficie.
- Asientos Delanteros Laser-Etched: El cuero de los asientos del conductor y acompañante presenta diseños grabados con láser, que incluyen motivos simbólicos como un conejo (el codename “Roger Rabbit” del relanzamiento de 2003) y una gaviota (el codename del prototipo Phantom I de 1923).
- Woodwork Innovador: La marquetería de madera es la más intrincada jamás creada por Rolls-Royce, introduciendo tres primicias: marquetería 3D multidireccional, capas de tinta 3D y pan de oro de 24 quilates.
- Los paneles de las puertas representan viajes significativos (como la ruta de 4,500 millas del primer Phantom de la era Goodwood en Australia) y paisajes clave, como la costa de Le Rayol-Canadel-sur-Mer, hogar de invierno de Sir Henry Royce.
La galería y el cielo estrellado
- Anthology Gallery: La pieza central del tablero presenta la Galería compuesta por 50 “aletas” de aluminio cepillado entrelazadas, como si fueran páginas de un libro. Las aletas contienen citas de un siglo de elogios de la prensa, iluminadas sutilmente.
- Starlight Headliner Animado: El techo estrellado, bordado con 440,000 puntadas, recrea momentos históricos y lugares relevantes, como el árbol de morera de la casa de Henry Royce y referencias ocultas a diseños secretos (“The Bank”).
La Phantom Centenary Private Collection se consolida como una pieza de colección inigualable que lleva el arte automotriz al nivel de la alta joaillerie, asegurando que el legado del Rolls-Royce Phantom perdure por otro siglo.
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