EHPLUS, INTERNACIONAL.- El empuje de las renovables y el tope al gas han estabilizado los costes de la electricidad en España en 2023. Por su parte, el petróleo mantiene su alta cotización en el mercado internacional, en medio de la incertidumbre.
Los precios de la energía en España han experimentado una montaña rusa sin precedentes durante los últimos dos años. Desde los desorbitantes 308 euros por megavatio-hora (MWh) a los que se llegó en agosto de 2022, hasta los 29,61 euros por MWh que costó la luz ayer, el mercado energético ha transitado entre picos históricos y mínimos nunca antes vistos. O al menos, a una relativa estabilización, según el Operador del Mercado Ibérico de Energía.
En la memoria colectiva queda el 8 de marzo de 2022, cuando se llegó al precio promedio de la luz más caro nunca visto, con casi 545 euros. Fue el punto álgido de un periodo de alzas insostenibles del gas, provocado por la guerra en Ucrania y agravado por una posterior sequía que dejó en mínimos la producción de las centrales hidráulicas. Todo ello, en un contexto en el que la Unión Europea pagaba unos 600 millones de euros cada día a Rusia por su gas (y 260 millones por su petróleo).
Aunque la tendencia de los altos precios energéticos persistió hasta principios de este año, las medidas excepcionales adoptadas en España evitaron una situación más dramática. La llamada excepción ibérica puesta en marcha por España y Portugal a mediados de 2022 permitió establecer un límite al precio del gas utilizado en la generación de electricidad y desligar sus mercados eléctricos respecto de los del resto de la Unión Europea. Este bálsamo se tradujo, de forma inmediata, en una reducción de los precios del 23% y en un ahorro de más de 5.000 millones de euros hasta febrero de 2023, según las estimaciones oficiales.
Desde entonces, este mecanismo ha permanecido sin actividad, ya que el mercado del gas, Mibgas, no ha alcanzado el nivel necesario para reactivarlo (para eso, el precio debería superar los 60 euros por MWh). “2023 ha sido un año con menos volatididad“, explican desde la Asociación de Empresas de Energía Eléctrica (Aelec).
Tal como añaden, el empuje progresivo de las energías renovables ha sido “el motivo de las mayores bajadas de precios en el mercado mayorista de la electricidad”, y en especial, de la energía eólica. No en vano, los efectos de la borrasca Ciarán fueron fundamentales para que el pasado 1 de noviembre se alcanzaran los 4,42 euros por MWh, el mínimo histórico.
Javier Molina, analista sénior de mercados para eToro, señala la combinación de mercados de gas ajustados, condiciones climáticas favorables y una demanda reducida como principales causas de los bajos precios actuales. Pero también considera que hay factores geopolíticos y de oferta y demanda por los que sería “útil solicitar una extensión de la exención ibérica” de cara al año próximo.
En cualquier caso, en la patronal eléctrica opinan que es “importante seguir desarrollando las renovables”. Coinciden con esta idea en Redeia (antigua Red Eléctrica), donde subrayan que por, primera vez, la planificación eléctrica del Gobierno hasta 2026 “no tiene como principal motivación atender al crecimiento de la demanda” y sí fortalecer la red de transporte eléctrico, enfocándose en impulsar la generación limpia.
De cara al futuro, en Aelec manifiestan que la reforma del precio voluntario para el pequeño consumidor (PVPC) equilibrará el precio de la luz, pues se basará en un 75% en el valor diario y en otro 25% en estimaciones a largo plazo. Este cambio, a partir de enero, asegura precios más estables para quienes usan la tarifa regulada y reduce la exposición a la volatilidad del mercado.
COMBUSTIBLES MÁS CAROS
Distinta ha sido la evolución de los precios de los carburantes. La ayuda de 20 céntimos por litro aprobada por el Gobierno en 2022 contribuyó a bajar los precios, que llegaron a situarse en 1,5 euros por cada litro de gasolina y 1,4 euros por el de gasóleo. Sin embargo, a partir de primavera volvió la tendencia alcista a España y el resto de Europa. Tanto, que ambos combustibles llegaron a acercarse a los dos euros por litro.
A pesar de las expectativas de algunos expertos respecto a un posible abaratamiento por el aumento de la producción de petróleo por parte de los países exportadores y el fin de la demanda estacional relacionada con el verano, la situación de precios altos se ha mantenido. Aunque han bajado desde octubre, la volatilidad en el mercado aún es un 60% más alta que en agosto.
Nicolas Malagardis, estratega de Mercados de Natixis IM Solutions, atribuye poca influencia a las tensiones en Oriente Próximo, ya que “los mercados se han acostumbrado a una tensión geopolítica elevada“.
Sí destaca otros factores, como la elevada producción de Estados Unidos, que “está compensando los recortes de suministro de Arabia Saudí”, así como el crecimiento lento en Europa y los problemas estructurales en China, que se traducen en una reducción de la demanda. Esta dinámica, dice, es lo que “está afectando al poder de fijación de precios”. Revertirlo pasa por conseguir que la economía mejore, algo que, según concluye, podría pasar a finales del primer trimestre de 2024.
Fuente: Expansión
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