EHplus habla en exclusiva con el excelentísimo embajador de España en el país, Antonio Pérez Hernández, sobre la generación de energía solar y eólica de la nación europea, y como la transición energética se ha convertido en una política de Estado.
España ocupa la séptima posición de los países del mundo en generación de energía solar y eólica, y el décimo con mayor porcentaje de esas fuentes para generar electricidad. Según Rystad Energy, España está en camino de generar más de la mitad de su electricidad a partir de renovables este 2023, ¿se podrá cumplir esta previsión?
Sí, se espera que esta previsión se cumpla. Actualmente el 42,2 % de la energía eléctrica generada en España es renovable, frente al 46,7 % que se alcanzó en el 2021. Ha sido un año marcado por un fuerte descenso de la producción hidráulica debido a la sequía, llegando a valores mínimos históricos, pero que a su vez ha registrado máximos de producción eólica y solar fotovoltaica. Durante el año 2023 se espera una recuperación de la producción hidráulica y nuevos máximos en energía solar y eólica, con un incremento de potencia instalada renovable del 9,1 % respecto al año anterior, alcanzando un 59,2 % de la potencia instalada total.
De esta manera, España podría generar más del 50 % de su electricidad a partir de energías renovables en 2023, convirtiéndose en el primero de los cinco países europeos con mayor demanda eléctrica –Francia, Alemania, Italia y Reino Unido– en conseguir esto, todo gracias a las tasas de instalación de nuevas energías renovables en España durante los últimos años.
Los datos oficiales señalan que en 2023 el aporte de la eólica y toda la solar podría llegar a ser el 42 % de toda la energía generada en España, ¿cómo está repartida la matriz energética en este momento?
De acuerdo con los datos publicados en el informe de energías renovables, el parque de generación con fuentes de energía renovables en España a finales de 2022 ascendió a 70.452 MW, registrando el valor máximo histórico, y con él se ha producido el 42,2 % de la generación total. La energía eólica y solar en 2022 suman un 22,7 % de la generación de electricidad.
¿Cuál es el monto de importación y exportación?
Según Trademap, España en 2022 importó US$3.569 millones de energía eléctrica (TARIC 27.16) y exportó US$6.926 millones. En dicho año, se programaron 28.426 GWh en sentido exportador, un 71,4 % más que el año anterior y 8585 GWh de importación, un poco menos de la mitad del valor del año 2021.
¿En qué sentido la transición energética se ha convertido en una política de Estado?, ¿Qué se está haciendo a favor de la descarbonización?, ¿cuáles son los mayores retos?
La transición ha sido adoptada como una prioridad a nivel gubernamental y se ha consolidado como una estrategia a largo plazo para el país.
El Gobierno español ha establecido objetivos claros y ambiciosos en este sentido. Estos objetivos se reflejan en la legislación y en los planes estratégicos a nivel nacional. Además, se han implementado incentivos y programas de apoyo para impulsar la inversión en energías renovables, como la creación de subastas para la adjudicación de capacidad renovable, la simplificación de los trámites administrativos y la promoción de la investigación y el desarrollo en el sector.
Existe un reconocimiento generalizado de la importancia de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, mitigar el cambio climático y promover la sostenibilidad energética. Los diferentes actores políticos, las organizaciones ambientales, la sociedad civil y el sector empresarial han mostrado su compromiso con esta transición y han participado activamente en su desarrollo.
En relación con la descarbonización, España ha dado pasos significativos en la reducción de su dependencia de los combustibles fósiles. A pesar de que actualmente el gas natural sigue siendo la principal fuente de generación eléctrica a partir de combustibles fósiles, nuestro país ha logrado avanzar en la eliminación gradual de la generación de electricidad a partir de carbón. Además, las centrales nucleares continúan proporcionando una carga de base estable, aunque está prevista su retirada gradual para 2035.
No obstante, el camino hacia las energías renovables no ha estado exento de desafíos para España. El año pasado se produjo un notable aumento en la generación eléctrica basada en combustibles fósiles, impulsado por medidas de intervención en el mercado y las diferencias de precios con Francia.
A medida que el impacto de estas intervenciones en el mercado ha ido disminuyendo, la generación eléctrica en España ha vuelto progresivamente a niveles normales, lo que resultará en una disminución tanto en las exportaciones como en la demanda eléctrica nacional en 2023.
Este descenso será impulsado principalmente por una reducción en la generación a partir de gas, lo que reforzará aún más el papel de las energías renovables en el mix energético del país.
Por otra parte, aún existen desafíos importantes que deben abordarse para que las renovables desempeñen un papel clave en el sector energético, como la evolución del modelo regulatorio, la falta de interconexiones que faciliten la exportación, la necesidad de almacenamiento de energía y la disponibilidad de energías de respaldo. Superar estos desafíos será crucial para lograr los objetivos establecidos y avanzar hacia una economía baja en carbono.
¿Qué datos arroja el Informe del sistema eléctrico español con relación al saldo exportador?
En 2022, los programas de intercambio de energía eléctrica de España con otros países cerraron con el mayor saldo exportador de la historia, con un valor de 19.841 GWh. Debe tenerse en consideración que llevaba desde 2015 sin alcanzarse un saldo neto exportador en el país, siendo en 2021 el saldo neto importador (1462 GWh).
Respecto a la interconexión con Francia, principal socio en materia de intercambio de energía eléctrica, en 2022 se obtuvo un saldo exportador de 9095 GWh, frente al saldo importador de 6054 GWh de 2021.
Con Portugal, por cuarto año consecutivo se alcanzó un saldo exportador de 9023 GWh, duplicándose respecto a 2021. Con Andorra el saldo exportador creció un 26,9 % respecto a 2021, situándose en 286 GWh. Por último, con Marruecos, se obtuvo un saldo exportador de 1438 GWh frente al saldo importador de 182 GWh de 2021.
De este modo España en 2022 aumentó notablemente su posición proveedora de energía eléctrica internacional.
Según la Red Eléctrica, ¿qué tamaño tiene España en el circuito de líneas y el índice de disponibilidad de los elementos que componen esta red a nivel nacional? ¿Cuál es la demanda de energía eléctrica nacional prevista para 2024?
Durante 2022 se pusieron en servicio 326 km de circuito, así como 109 posiciones de subestación. De este modo, la longitud total de circuitos de la red de transporte nacional pasó a ser de 45.101 km, incrementándose un 0,7 % respecto a 2021.
En cuanto al índice de disponibilidad, el cual mide la capacidad o posibilidad de uso por el sistema de los distintos elementos de la red de transporte, alcanzó en 2022 un valor del 98,15 %. Este valor es superior al mínimo del 97 % que estipula el art. 26.2 del RD 1955/2000.
En cuanto a la previsión para el próximo año, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) cree que la demanda eléctrica en España va a crecer a un ritmo anual del 1 % de aquí a 2024, un periodo en el que las renovables van a seguir ganando peso y las emisiones de CO2 se reducirán casi a la mitad de las que había antes de la crisis de la covid-19.[6]
¿Cómo valora la postura en República Dominicana en relación a los temas de visión en el área energética?
La postura de República Dominicana en el área energética ha mostrado avances significativos en los últimos años. El país ha reconocido la importancia de una transición hacia fuentes de energía más limpias y sostenibles, y ha tomado medidas para impulsar el desarrollo de energías renovables y mejorar la eficiencia energética.
En primer lugar, República Dominicana ha establecido objetivos ambiciosos en materia de energía renovable. El Plan Nacional de Energías Renovables establece la meta de alcanzar un 25 % de participación de energías limpias en la matriz energética para el año 2025. Esto demuestra una clara visión y compromiso para diversificar la matriz energética y reducir la dependencia de los combustibles fósiles.
Además, el país ha puesto en marcha políticas y marcos regulatorios para fomentar la inversión en energías renovables. Se han establecido incentivos fiscales y programas de apoyo, como la Ley de Incentivo a las Energías Renovables y Regímenes Especiales (Ley 57-07), que promueve la generación de electricidad a partir de fuentes renovables y otorga beneficios a los proyectos que cumplan con los requisitos establecidos.
De hecho, en el periodo de 2020 a 2022 República Dominicana ha incrementado en un 50 % la capacidad instalada de energías renovables, convirtiéndose en la nación líder de Centroamérica y el Caribe en lo relativo a producción energética de fuentes limpias.
En cuanto a la eficiencia energética, ha impulsado medidas para mejorar la gestión y el uso racional de la energía. Se han implementado programas de eficiencia en diferentes sectores, como el alumbrado público, los edificios y el transporte, con el objetivo de reducir el consumo de energía y promover prácticas más sostenibles.
Sin embargo, a pesar de los avances realizados, aún existen desafíos que enfrenta República Dominicana en el área energética. Algunos de estos desafíos incluyen la necesidad de fortalecer la infraestructura y la capacidad de transmisión y distribución de energía renovable, así como mejorar la gobernanza y la planificación estratégica en el sector energético.
¿Algún acuerdo o planes con República Dominicana de colaboración en estos temas?
A pesar de que no existen planes o acuerdos concretos entre ambos países en el ámbito de las renovables, existe una excelente relación de colaboración a nivel de política energética tanto con el sector público como con el privado.
La elevada inversión de empresas españolas en energías renovables en República Dominicana ha propiciado importantes aportaciones de la experiencia española al campo de las energías renovables en este país.
No debemos descartar que en el futuro nazcan iniciativas de cooperación formales en este campo. Estas colaboraciones podrían abarcar áreas como el intercambio de expertos, la transferencia de tecnología y conocimientos, la promoción de inversiones conjuntas en energías renovables y programas de capacitación.
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